BLACK MARKS [TAEKOOK]

13.

Taehyung no se presenta a la escuela al día siguiente.

Jungkook tampoco lo hace, pero Hoseok le envía un mensaje de texto para hacerle saber que no hay señales de Taehyung, pero que los rumores corren desenfrenados en su ausencia. Hoseok no dice exactamente lo que la gente dice que ocurrió con Taehyung, o si la gente sabe si Jungkook estuvo involucrado o no. Sin embargo, sí menciona que los tipos que golpearon a Taehyung tenían tatuajes nuevos en la espalda y el pecho, los había visto en los vestuarios. Ninguno de ellos dijo nada acerca de lo que sucedió, solo murmuraron acerca de cómo no podían entender por qué habían obtenido las marcas, que no habían hecho nada malo. Normalmente, escuchar que los idiotas obtuvieron lo que merecían traería a Jungkook una especie de satisfacción, pero hoy, solo lee los mensajes con un suspiro y tira el teléfono a un lado, de nuevo.

No puede evitar notar cómo Hoseok usa 'Taehyung' y no 'rarito' o 'caso de caridad' y si su estado de ánimo no hubiese sido tan sombrío, incluso podría haber sonreído. Pero tal como era, el peso sobre su pecho y la oscuridad que nublaba su mente dejaban poco espacio para cualquier cosa, además de una aplastante sensación de pérdida. El conflicto dentro de su caja torácica amenaza con desgarrarlo miembro por miembro. Se está muriendo por ver a Taehyung, por disculparse como si un simple "perdón" pudiera ser suficiente, por hacer cualquier cosa que pudiera hacer para mejorarlo, o al menos, hacerlo menos terrible. Pero nunca le ha tenido tanto miedo a nadie ni a nada en toda su vida.

Una semana pasa en un borrón embotado. El tiempo se vuelve menos lineal y todo fluye a su alrededor en un lodo gris inmutable. Jungkook pasa la mayor parte de su tiempo en la cama enterrado bajo las mantas, deslizándose dentro y fuera de sus sueños, con pesadillas que no se desvanecen constantemente en su mente, haciendo que sea difícil saber si está despierto o dormido. Hoseok se encarga de chequearlo cada pocos días, llevando consigo una bolsa de almuerzo comprado en la tienda, y se niega a irse hasta que ha visto a Jungkook comérselo. Después de que Hoseok visita a Jungkook, se obliga a ducharse antes de acurrucarse en la cama otra vez. Hoseok siempre le pregunta si está bien, y Jungkook no puede pensar en cómo responder sin mentir o causar más preocupación, así que solo se encoge de hombros y mira su arroz. Una parte de él quiere decirle a Hoseok que deje de intentarlo, que él no merece ninguna ayuda, pero Hoseok es terco y sospecha que incluso si le dijera que se fuera, él no lo escucharía.

—Creo que deberías llamar a Taehyung.

Jungkook levanta la vista de sus fideos. Hoseok ya terminó su almuerzo y lo está mirando fijamente. La televisión está encendida en el fondo, el sonido se redujo a un nivel bajo, ya que cualquier programa que estaban dando, cortó a comerciales. Jungkook parpadea lentamente. De repente ya no siente tanta hambre.

—Mira, no sé lo que pasó entre ustedes dos, —dice Hoseok con un suspiro, su expresión generalmente feliz es reemplazada por una sombría—Pero obviamente fue bastante malo. Nunca te había visto así. Y en cuanto a Taehyung, él tampoco ha asistido a la escuela desde la semana pasada. No estoy tratando de decirte cómo tratar tus problemas, Jungkook, y yo sé que no te gusta escuchar a otras personas, pero si por lo menos no lo intentas, nunca arreglarás nada. Tampoco sé qué pasaba entre tú y él, y si no quieres decirme está bien, pero puedo ver que ustedes eran cercanos.

Hoseok se detiene, frunciendo los labios como si no estuviera seguro de si debería continuar o no. Jungkook pega sus ojos a la televisión para evitar tener que mirarlo. Un anuncio para jabón de platos pasa, llenando el silencio con un alegre jingle.

—Mira, Jungkook, —dice Hoseok. Jungkook traga, y su garganta hace un clic nervioso—Hay mucho que ya no sé sobre ti. Tú solo- simplemente me apartaste. Cambiaste mucho cuando comenzamos la escuela secundaria y de repente fue como si no quisieras conocer a nadie y como dije, no estoy aquí para hacerte palanca para decirte qué hacer, pero por años parecías tan-, —Hoseok hace una pausa—Tan miserable, pero últimamente con Taehyung, parecías feliz de nuevo. Lucías como lo hiciste en la escuela intermedia. Casi había olvidado cómo era tu sonrisa, si soy sincero y estoy tan feliz de ver al viejo Jungkook de vuelta. Así que no sé lo que hiciste o lo que hizo él, pero sí sé que Taehyung te hizo feliz. Y vale la pena luchar por las personas que te hacen feliz, ¿no?