Elysium

Capítulo 19

Melody echó su cabeza hacia atrás y suspiró. En medio de la noche y el caos que había creado la soledad le pesaba más que nunca. Se sentía sorprendentemente agotada y solo podía pensar en volver a la cama para acurrucarse dentro y dormir. Se dejó caer en el suelo, sentándose contra el tronco de un árbol y esperando que todo volviera a la normalidad. Sonrió tristemente, era irónico que la situación la disgustara cuando ella misma la había causado. Pero no era aquello, sabía que no era simplemente por estar fuera de la cama a esa hora. Su cabeza dolía de un modo insoportable, su corazón dolía. Se abrazó a si misma, sintiendo el frío más que nada, sufriendo su soledad.

Levantó la vista cuando Chris se detuvo frente a ella y se agachó a su lado. Él sacó un pañuelo de su chaqueta y se lo ofreció. Melody notó la compasión en su mirada y tocó su mejilla solo para encontrarla completamente empapada. Cogió el pañuelo y limpió sus lágrimas. Casi al instante otras las reemplazaron y ella sintió sus labios temblar. Cerró los ojos y sacudió su cabeza, intentando entrar en razón, empujar aquel asfixiante sentimiento que no parecía tener causa. Chris puso una mano sobre su hombro y ella lo miró con desesperación, sosteniendo su cabeza entre sus manos.

—¿Qué sucede? —preguntó él suavemente.

—No sé porque estoy llorando —dijo ella y volvió a sacudir su cabeza—. Pero duele. Duele tanto.

—Melody...

—Ellos me hicieron algo. Tienen razón, no pudieron haberme atrapado tan fácilmente. Tuvieron que haberme quebrado para lograrlo. Y sea lo que sea que me hicieron sigue aquí —dijo Melody y tocó su corazón—. Y duele tanto, es una agonía. Es insoportable.

—Entonces no pienses en ello —dijo Chris y levantó su rostro para que lo mirara—. No permitas que te afecte.

—Grito en pesadillas. Me despierto en medio de un ataque.

—Sueño con sangre en mis manos —dijo él y ella calló—. ¿Quieres saber lo que se siente? Hay cientos de historias que hablan de gente como yo, y sin embargo cargo con Carrie. No tenemos modo de saber quiénes éramos antes con exactitud, ni cómo terminamos aquí, pero podemos decidir quiénes somos ahora y quiénes seremos. No eres la única aquí que sufre por algo que no recuerda.

—¿Entonces por qué así parece?

—Porque una parte de ti recuerda. Ellos temen que lo hagas, que todo esté a salvo en tu subconsciente. Y creo que así es. Pero nosotros, los demás, no tenemos ni eso. Sufrimos por algo que no recordamos para nada. Familias que desconocemos, amigos que creemos nunca haber tenido, vidas que no recordamos. Somos ingenuos, imaginamos que no hay un violento motivo para nuestro fin aquí. Por eso no lloramos. ¿Pero tú? Tienes el regalo de poder recordar, aunque no lo sepas, aunque no te des cuenta. Ellos no pudieron cambiarte, sigues siendo tú.

—No tienes modo de saberlo.

—No te temerían tanto de lo contrario. En este mundo de personas falsas, tú eres la única real aquí.

Ella apoyó su frente sobre el hombro de él y permaneció en silencio, luchando contra aquel peso invisible. Chris se tensó y vaciló un instante antes de rodearla con un brazo y sostenerla cerca. Melody estuvo agradecida por el calor y la compañía. Solo necesitaba aquello, mientras durara su pequeño momento de quiebre. Solo unos pocos minutos y luego estaría como siempre, luchando por salir de allí. Chris debía de tener experiencia consolando a los demás considerando cuánto intentaba abrir los ojos de todos. Y ella se dejó abrazar por él, consolar por aquel gesto.

—¿Tú hiciste esto? —preguntó él y ella sonrió.

—Creí que habías dicho que nada sería posible mientras las cámaras funcionaran. Ahora ya no lo hacen.