Capítulo 29

4.1K 286 56
                                    

Siete años atrás...

Pov Lissa

13/07/10

Pintaba ser un día normal, el cumpleaños de mi padre como cualquier otro: "sencillo y tal vez aburrido"

Al menos para mi...

No sentía que encajara en algún lugar. Con mis primas me sentía niña pequeña ya que ellas lo eran. Y mis primos; todos eran mayores que yo, a excepción de uno... Aunque no me acercaba ya que él simplemente se encerraba en su mundo mientras apretaba los botones de su pequeño videojuego, ignorando el mundo real.

Estaba sentada en una mesa cerca de donde se encontraba mi papá, me encantaba verlo tan feliz sin importar el tamaño de su festejo. Trabaja tan duro, me da todo lo que necesito y me siento un poco mal por no poder hacerle una gran fiesta digna de él.

Mi mejilla estaba recargada en mi mano, por algún extraño motivo me sentía exhausta.

- Has estado desvelandote y estudiando para los exámenes, es normal...- pensé. Después de que esa idea viniera a mi cabeza trate de no darle importancia al hecho de que desde hace 3 días tenia unas jaquecas algo extrañas.

¿Mi papá sabía? Si, sabía que últimamente me dolía la cabeza, pero no sabía que hace dos noches me levante empapada de mi propio sudor. Lo tomé como una simple gripe por bajas defensas gracias al estrés ya que me esforzaba lo suficiente por sacar una buena calificación para no darle problemas a mi papá, no he reprobado pero... No era muy buena.

Me estaba quedando dormida cuando mi abuela me levantó:

- Cariño, ¿estas bien?- asentí tallando me un ojo- ¿segura? Es que tu cara se ve muy cansada y... - ella toco mi frente- ¡tienes fiebre!

- Tranquila, abuela. Es una simple gripe, no te preocupes. Y mi cansancio es porque no he podido dormir muy bien estos días gracias a la escuela- sonreí para ella, me miró con ojos llenos de duda.

- Bien... Anda, ve con tu padre para que te sirva tu hamburguesa- asentí junto a un sonidito nasal.

Me coloque al lado de la parrilla, observandolo. No entendía porque estaba cocinando si él era el cumplañero, pero por otra parte me alegraba que fuese así, mi papá hacía las mejores hamburguesas. Su mirada se elevó un poco y me sonrió al notar mi presencia.

- Hey, conejita. ¿Estas esperando?

- Si, ¿ya casi esta la mía?- soltó una risa a la cual correspondi algo soñolienta.

- Si, cariño- me miro igual que mi abuela- ¿todo bien?- dejo a un lado su espátula para tocar mi frente- ¿aun duele?, si es así tendré que llevarte a un doctor.

- Un po... - una arcada me atacó, ¿ahora tengo náusea?

- No se diga más, mañana mismo al doctor, chiquilla- asentí. Mire como servía la comida en mi plato- ahora disfruta.

- Claro- sonreí.

Seguía parada en el mismo lugar, cuando a mi mente se colore la imagen de mi madre a un lado de él, festejando con nosotros... Era tan real que sentía que podría tocarla. A veces deseaba su presencia, aunque nunca la haya conocido papá siempre me hablaba de ella, me mostraba en antiguas fotos la belleza que portaba junto si humildad... Era difícil ser pre-adolescente y no tener a tu mamá a un lado.

Sacudí mi cabeza un par de veces, deshaciendome de esa triste idea.

Comencé a caminar con rumbo a mi mesa, lo extraño fue que a cada paso que daba me sentía más débil sumándole que todo a mi alrededor daba vueltas; el calor era insoportable...

Te Siento (Andrew Garfield y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora