Capítulo 27

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Hola, hola, anclas :) 

Os traigo nuevo capítulo. Sé que no lo esperaban pero, la próxima semana será fatal para mi, así que... publico ahora mientras pueda. Quiero agradecer a tooooodas las que leyeron esta historia antes y que aún así, se dan el tiempo en re leerla, dejar su voto y comentar. Significa mucho, de verdad, os agradezco infinitamente. También, hay muuuchas partes donde se pueden inferir y aporximar spoiler y siempre han sido respetuosas con las nuevas lectoras, así que... nada, estoy demasiado orgullosa de vosotras. 

Abrazo muy grande, familia androide

Capítulo de dedicado to @larry_lover-4ever ¡acertaste de forma correcta y determinante! gracias por leerme y obviamente, participar, bb. 

Disfruten la función, besis.  



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Capítulo veintisiete

"Lo que no nos gusta decir, ver, ni escuchar"


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Louis abrió sus ojos despacio, muy despacio, la luz que entraba por su pequeña ventana golpeaba en su rostro amenazantemente, así que, con delicadeza pestañó un par de veces y luego observó hacia la puerta de su habitación. La silla que él había puesto anoche antes de acostarse, ya no estaba así que supuso que 'alguien' al marcharse la había sacado. 

Giró su cuerpo cansado hacia el otro lado, no había rastros de nadie con ojos verdes allí, las sabanas blancas estaban algo desordenadas y solo un trozo de ella cubría de su cintura hasta sus rodillas desnudas. No hicieron el amor, por si los indicios indicaban aquello. Desnudos bajo las sabanas se besaron, claro que Harry quería más, no había que ser idiota para no notarlo, el hombre cortaba huinchas porque estaba necesitado del cuerpo de su amado, pero Louis no le dejó y no fue por falta de 'querer' porque el realmente, REALMENTE quería, pero la cama en la que dormían era de esas de fierro viejo y sonaba terriblemente —a ese ruido si le sumamos los gemidos de ambos— despertarían indiscutiblemente a toda la familia.

El ojizafiro no perdió el tiempo, se levantó de la cama tomando su pijama azul de seda que se encontraba en el suelo y se lo colocó para posteriormente salir junto a sus útiles de aseo. Llegó hasta el baño, no había cola así que, probablemente ya eran pasadas de las once de la mañana, entró sin tardarse más y se aseó. Luego de ello, dejó todo ordenado: el baño y su habitación. Finalmente, se encaminó hacia la cocina esperando encontrar a su familia allí, pero era un desierto completo, ni un alma estaba allí.

Summer in Tennesse  «l.s»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora