Soñar contigo.

CAPÍTULO XXX: ¿SE ACABÓ?

Tras los primeros rayos de sol, Alfred se despertó y lo primero que vio al agachar la cabeza fue a Amaia recostada sobre su pecho desnuda entre las sábanas blancas del hotel.

Sonrió, le dio un beso en la sien y entró en la ducha. Su AVE a Barcelona salía en una hora y media. Aunque le sabía mal irse tan pronto, tenía reuniones a las 12 para cerrar las cuestiones del lanzamiento de su disco. Había estado menos de veinticuatro horas en Madrid, pero solo con ver la reacción de su prometida al verle, había valido la pena. Y qué decir de lo que ocurrió después. Amaia desatada, era una de sus favoritas.

Se vistió y, antes de irse intentó despertar a Amaia.

- Titi, me tengo que ir-susurró él en su oído.

- ¿Ya?

- Hoy tengo el día entero de reuniones para el cierre de fecha del lanzamiento del disco. Y tú deberías ir levantándote mi amor, se te va a hacer tarde y tienes todo el día lleno de entrevistas-dijo él a escasos centímetros de su cara.

- Alfred, esta noche tenemos que hablar. Sin prisas, ¿vale?

- ¿Pasa algo malo?

- No, creo que no. Esta noche tranquilos hablamos. Que tengas buen viaje, t'estimo.-dijo mientras le acariciaba la cara con su mano.

- I jo, mi amor. Nos vemos esta noche, ¿vale? ¿A qué hora voy a recogerte a Sants?.

- No hace falta que vengas, me recoge mi madre-dijo ella.

- ¿Segura? A mí no me importa ir a recogerte-afirmó él.

- Sí, no te preocupes. Quiere hablar conmigo de la boda. Así, de camino a casa me informa sobre la brillante idea que se les ha ocurrido-dijo Amaia poniendo los ojos en blanco provocando una sonrisa en él.

- Bueno, si necesitas cualquier cosa, llámame.

- No te molestaré cucu, que estarás muy liado.

- Para ti siempre tengo tiempo, ruru. Eres lo primero. Nos vemos esta noche-dijo él depositándole un tierno beso en los labios antes de irse.

- Alfred-llamó Amaia haciendo que este se diera la vuelta.

- ¿Sí?

- Buen viaje-dijo ella sonriendo.

- Gracias e igualmente. Nos vemos esta noche-contestó él lanzándole un beso al aire antes de salir.

Amaia sonrió tras salir él por la puerta al recordar la noche que habían tenido e, instintivamente, se llevo la mano a su barriga al recordar lo que había pasado por la noche. Esta noche se haría el test de embarazo junto a Alfred y, saldrían de dudas. Estaba realmente emocionada con la idea y segura de que cuando le comunicase sus sospechas a Alfred, se emocionaría tanto o más que ella.

Amaia se levantó, se vistió y salió hacia la discográfica. Tenía reunión con el productor ejecutivo de la misma antes de las entrevistas programadas para todo el día. En la reunión estuvieron negociando la ampliación del contrato de ella por tres años más en los que se incluía nuevo disco y una macro gira por España. Ella decidió no firmar nada y esperar a que su hermano Javier leyese los términos del contrato y le diese el visto bueno. Además, quería esperar a saber los resultados de esta noche y según los mismos, firmaría unos términos u otros. Alfred y ella siempre lo habían tenido claro y lo habían hablado en numerosas ocasiones, no querían fama, querían poder vivir de la música y habían llegado a un momento en su vida ambos, que lo más importante para ellos era la familia y ser felices.