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ELLA | diecinueve

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ELLA | diecinueve

ㅤ—Armstrong —alguien llamó a mi amigo desde detrás. Reconocí su voz, pero cuando me di la vuelta, había tanta gente que no lo vi.

ㅤHabía una concentración. Anti violencia. Gracias a Patty Bladell y Dixie Sinclair. Al menos, perderíamos clases.

ㅤEl día anterior, Dixie había aparecido en la silla de ruedas y al parecer había hablado con la directora. No sabía cómo se lo habían montado, pero ella accedió a dar un discurso. La directora o Dixie, ni siquiera me había informado de quién iba a ser.

ㅤBrick se dio la vuelta justo en el momento el que vi a Cristiano acercase, vestido con una camisa negra y el pelo totalmente despeinado que le caía sobre los hombros.

ㅤ—Sé que tú le dijiste a mi padre que hacíamos magia negra —soltó, acercándose peligrosamente a Brick. Yo también lo hice, preparada por si Cristiano pretendía saltar sobre él.

ㅤ—¿Y? —preguntó Brick.

ㅤ—No puedes separarnos a Patty y a mí —añadió Cristiano—. Ha elegido al mejor.

ㅤ—Ni siquiera estoy interesado en ella —respondió Brick, acercándose a él un poco más de lo que ya estaba.

ㅤ—Oh —exclamó Cristiano, pasando su mirada sobre mí. Algo en sus ojos hizo que un escalofrío me recorriese de arriba a abajo y me hiciese sentir diminuta—. Toda tu atención está en ella, ¿verdad? —alargó su brazo e intentó tocarme el moflete, pero se lo impedí dándole un manotazo en el brazo. Me miró enfadado, pero no tuvo tiempo de replicar.

ㅤ—Ni se te ocurra hacerla nada —soltó Brick, para después empujarle con las manos sobre su pecho.

ㅤAmbos empezaron a repartirse empujones, mientras gritaba que parasen. Intenté agarrar del brazo a Brick, pero como estaba continuamente moviéndose fui incapaz.

ㅤ—¡Eh!, muchachos —intervino la directora—. Parad. ¿Es que vais a pelearos en una asamblea anti-violencia? —ambos se apartaron, pero Cristiano tenía una sonrisa dibujada en el rostro y miraba de arriba abajo a Brick. Durante un segundo, su mirada se posó en mí, pero negué con la cabeza y agarrando del brazo a Brick, nos fuimos de allí.

ㅤCuando entramos en el teatro, seguía con el brazo de Brick entre mis manos. Lo miré, pero cuando vi que era consciente de nuestro contacto y ni se había molestado en apartarse, deslicé mi mano por su brazo.

ㅤMe había dado cuenta de lo que había pasado. No era idiota. Se había preocupado lo suficiente por mí como para intervenir entre Cristiano y yo.

ㅤCuando su brazo pasó a ser su muñeca, ralenticé la velocidad aún sin estar segura de lo que estaba haciendo. Su mano encontró la mía mucho antes de que tuviese tiempo para pensármelo dos veces. El mismo escalofrío me recorrió el cuerpo entero, pero esta vez era suave, sutil y agradable. Evité el contacto visual hasta que estuvimos sentados en unas de las filas intermedias, él a mi izquierda.

ㅤEntonces, lo miré. Nuestras manos seguían enlazadas, así como la conexión que sentía en esos momentos con él. Nuestras miradas se encontraron y él tan solo sonrió.

ㅤLo hizo de una manera simple, pero verdadera. Y es que me hizo sentir llena.

ㅤ—Bienvenidos al instituto Masonville —comenzó a hablar la directora en el escenario. Súbitamente, rompí el contacto visual con Brick y me dediqué a observar al frente, aún con el calor que emanaba la piel de Brick sobre la mía presente en mis pensamientos—. La primera asamblea anual anti-violencia. Como sabéis, la tormenta de nivel cuatro está aproximándose, así que hoy saldremos de clase antes —automáticamente, todo el mundo empezó a vitorear—. Lo sé, lo sé. Pero ahora a lo que íbamos. El pasado sábado, nuestra alumna y compañera Dixie Sinclair tuvo un accidente. Por eso, queremos dedicar este tiempo para hablar sobre ello —se detuvo unos segundos para coger aire y se giró—. Patty Bladell, por favor acércate.

ㅤLa figura de la rubia apareció por uno de los laterales y se sentó en la silla justo al lado de Dixie. Mientras Patty entraba, varios alumnos se dedicaron a insultarla.

ㅤ—La violencia se ha convertido en la lacra de vuestro centro —continuó la directora—. Ellas ya han aprendido las nefastas consecuencias de pelearse. Una claramente más que la otra. Y, ahora, un aplauso para la increíble Dixie Sinclair —la directora cogió el micrófono y se lo acercó a ella, mientras los alumnos y alumnas aplaudían. Dejé de sentir la mano de Brick, ya que empezó a aplaudir. Lo miré frunciendo el ceño y él encogió los hombros. No tuve más remedio que aplaudir yo también.

ㅤ—Una vez —empezó a decir Dixie— leí que los débiles no pueden perdonar porque el perdón es solo para los fuertes. Como víctima —farfulló, secándose las lágrimas falsas—. Como víctima... —repitió, a la vez que la directora la apoyaba con unas palmaditas en el hombro.

ㅤ—Dixie Sinclair no es la víctima aquí —Patty le robó el micrófono y se levantó del asiento—. Soy yo. Cuando os reíais de mí por estar gorda ninguno de vosotros me pidió disculpas. No, porque a nadie le importa nada la violencia, a no ser que seas guapo o rico o especial... Pero si eres gordo o feo le dejáis que sufra durante años igual que a mí. Dixie Sinclair es una mentirosa. Y toda la gente de esta ciudad sois unos falsos —tuve que aguantarme las ganas de levantarme y aplaudir, porque todo lo que había dicho era, en mi opinión, la realidad—. Y Dixie es la más falsa de todas.

ㅤ—¡Esto lo vas a pagar! —exclamó ella. Patty se posicionó detrás de Dixie y levantó la silla de ruedas, haciendo que cayese al suelo lamentándose.

ㅤRegina apareció de la nada y abrazó a su hija mientras lloraba. No pude evitar llevarme una mano a la boca y negar con la cabeza.

ㅤLa había cagado.

the 1    ❛brick armstrong❜Where stories live. Discover now