51: Marido y mujer.

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—¡No! ¡Tauro!—Grita Aries desesperada corriendo detrás de Tauro—¡Regresalas!

—¿Qué pasa aquí?—llega Capricornio alarmado volteando a todos lados.

Aries y Tauro se quedan congelados en su lugar mirando a la cabra.

—¡Tauro se quiere comer a Larry y Tarantino!—Aries lo señala furiosa.

—¿Para que quieres dos langostas? ¡Al menos dame una!

—Tauro, regresale a Aries sus mariscos—le ordena el de lentes.

—Pero con esto podría tener una cena con Acuario—el toro se niega a dárselas y las esconde detrás de él.

—Son de ella, regresalas—ordena más severo esta vez.

El toro ya resignado rueda los ojos y regresa las langostas, Aries se las arrebata de las manos mirándolo con recelo.

—Tauro, no te puedes comer las mascotas de los demás.

—Quien tiene langostas de mascotas de todos modos—reniega.

—Yo idiota, ¿algún problema?—Aries lo mira mal.

—No, no, no—Tauro niega frenteticamente.

Ella gruñe y se regresa a su cuarto.

—No tienes remedio—Capricornio niega mirándolo mal a lo que el toro solo rueda los ojos y se da la vuelta.

...

—Sagitario, ¿Qué haces con ese niño?

—Bueno, de camino a casa me detuve en una tienda para comprar algunas chucherías porque íbamos a ver una película y tenían tus frituras favoritas en oferta, así que compré tres bolsas.

Ambos se quedan en silencio, Sagitario lo mira con una sonrisa mientras el rubio espera que continúe.

—¿Y el niño?

—Ah cierto, la madre del niño le dijo: "sí no te comportas el joven te va a llevar" y pues, su nombre es Pablito y tiene siete años.

El niño pelinegro sonríe y sigue comiendo su pedazo de pastel.

Leo rueda los ojos.

—¿Y su madre sabe que está aquí?

—¿Ah? No, ella solo dijo: "Ya me voy pues" y se alejó dejándolo ahí solo ¿Puedes creerlo? en fin—le extiende una bolsa de frituras—. ¿Quieres?

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo cuando acabas de secuestrar a un niño? Tenemos que regresarlo—le dice Leo exaltado dándole un manotazo a la bolsa de plástico.

—No quiero irme todavía—el niño niega frenéticamente—. Quiero ver la película.

—Si Leo, déjanos ver la película ¿sí?—Sagitario pone un gesto de cachorro y junta sus manos.

—¿Sí?—el niño lo imita.

Al mirar a ambos el león bufa resignado.

—Bien bien, solo una película y ya—se sienta en el sillón a lado de Sagitario.

El arquero sonríe en grande y le da un beso en la frente recargando su cabeza en el hombro del rubio.

—Mi mama dice que los hombres no deben besarse—dice Pablito mirándolos extrañado.

—Pues tu mami es una ton-

—¡Sagitario!—lo fulmina con la mirada.

—Lo siento, lo siento—alza las manos en señal de paz—. Tú sigue viendo la película Pablito.

La casa del Zodiaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora