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CIENTO DIEZ POR CIENTO | veintidós

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CIENTO DIEZ POR CIENTO | veintidós

ㅤ—Muchísimas gracias a todos por venir a contribuir a Dixie Sinclair unas ruedas nuevas —dijo Bob Armstrong junto a Patty que estaba sentada en un gran sillón, con todos a su alrededor—. Y... Para darle caña a Patty Bladell en el trono. Bueno, os explico cómo funciona esto. Cualquier persona que quiera salir y contar alguna verdad sobre Patty, será bienvenida, pero os aviso, cuando terminéis, Patty podrá haceros lo mismo que le hagáis, y si hay algo que le guste más a ella que un bufé, es vengarse. Sino, que se lo digan a Dixie Sinclair, ¿verdad? —todo el mundo empezó a reír—. Bien, entonces el espectáculo puede comenzar —terminó, pasándole el micrófono a Brick, el cual estaba a mi lado.

ㅤ—Supe que Patty no era deportista cuando corrimos los cincuenta metros lisos en tercero. Cruzó la línea de meta en sexto —reí junto a los demás. Brick le pasó el micrófono al padre de Nonnie para que pudiésemos seguir.

ㅤ—Adoro a Patty, es como otra hija para mí —empezó—. Pero con ella también gané un hijo. El repartidor de pizzas —no pude evitar reír.

ㅤ—Esa ha sido buena —murmuré, y Brick asintió riendo.

ㅤ—Patty me enseñó las tetas una vez en el Bebidas y más —le tocó a Choi esta vez. Fruncí el ceño, esperando algo más, pero no continuó.

ㅤ—¿Y el remate gracioso? —preguntó Bob, quitándome las palabras de la boca.

ㅤ—No hay remate, solo quería que lo supierais.

ㅤ—Ay, dios —murmuré, negando con la cabeza. Brick se rió a mi lado.

ㅤ—Venga, te toca —me dijo, empujándome amistosamente.

ㅤ—No, no —respondí—. No conozco lo suficiente a Patty.

ㅤ—Dixie, cuando era cliente de Bob Armstrong —comenzó a hablar Regina, obligándonos a callar—, ya era una estrella. Pero la cambió por un modelo más barato. Cielito, ¿no sabes que todo lo bueno se fabrica en China? —abrí mucho los ojos, mientras escuchaba la irritante risa de Dixie por detrás.

ㅤ—Dame el micro —habló Brick antes de que Regina pudiese pasarlo. Cuando lo tuvo entre sus manos, me lo dio. Lo miré confusa, pero ya no podía hacer nada. Tenía que hablar.

ㅤ Lo único que esperaba era que Patty no se ofendiese. Tragué saliva y empecé.

ㅤ—Antes solía ir todos los días al Bebidas y más en busca de chocolatinas para hacer un buen maratón de series, y siempre me encontraba a Patty comprando —la miré, intentando suavizarlo—. Un día llegué a pensar que Patty acabaría con todas las chocolatinas y no podría comprar más —todo el mundo rió. Miré a Patty, y el alivio me inundó al verla reír.

ㅤ Dixie me pidió el micrófono y se lo pasé alargando el brazo por encima de su silla de ruedas.

ㅤ—De pequeña tenía muchos apodos para Patty —le pasó el micrófono a su hija, Dixie—. Vaca marina, zampa bollos, barriguitas, bola de sebo, luchador de sumo...

the 1    ❛brick armstrong❜Where stories live. Discover now