5 meses

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—¡Namjoon!— Gritó Jimin mirándose en el gran espejo que tenía en su habitación.—¡Namjoon!

—¿Que sucede?— Preguntó Namjoon abriendo la puerta de la habitación.

— No me cierran las camisas.— Contó desesperado.— Joder, tengo que estar en el departamento de Jungkook en una hora más.— Volteó nuevamente mirando su panza de cinco meses y un pequeño resorte que sobre salía de su barriga. Su maldito ombligo había salido de su escondite a saludar.— Ya debería estar en camino.

—¿Búscaste bien en tu armario?— Preguntó mirando el desastre en la cama de su amigo.— Debe haber algo que sirva.

— Estoy hecho un desastre.— Nuevamente se miró en el espejo.— Un desastre muy obeso.

— No exageres, solo es tu panza.— Dijo Namjoon metiendo sus manos dentro del armario de Jimin.— Los pantalones te suben.

— Pero no me cierran.— Contó con frustración.— Debería ponerme un poleron ancho para cubrir la hebilla del pantalón.

—¿Por qué no compras algo de ropa antes de ir al departamento de Jungkook?— Namjoon lo miró alzando sus cejas.

Jimin quedó pensativo, volviéndose a colocar un poleron y un pantalón cualquiera. Iría a comprar un par de prendas nuevas, ya que era algo totalmente necesario que le hacía falta. Se colocó una chaqueta y antes de salir tomó su mochila negra, llevando lo necesario para el almuerzo que tendría con la madre de Jungkook.

El departamento de Jungkook estaría desocupado por completo, ya que sus compañeros habían salido de la cuidad a ver a sus parientes. Durante la semana no tenían obligaciones, no había prueba y tampoco trabajos que entregar. Solo serían, Jungkook, su madre y el.

Con nerviosismo caminó por debajo de la lluvia cubriendo su cabeza con el gorro de la chaqueta. Se acercó a la estación de metro y se bajó en el centro de la cuidad para buscar alguna tienda. Después de veinte minutos viendo y eligiendo prendas, se compró una camiseta negra manga larga y un jeans una dos tallas más grandes. Se cambió de ropa ahí mismo en la tienda, guardando su ropa en las bolsas. Había comprado varios sweater, pantalones, camisas y camisetas.

El dinero no era un problema, ya que su madre siempre había sido de una buena situación económica. Lo que era mejor para su madre, ya que al enviarle dinero todos los meses, no recibiría llamadas de Jimin.

Tocó la puerta del departamento y se abrió la puerta dejando ver a un Jungkook, usando una simple camiseta blanca y un pantalón de buso. Jimin entró pasando a la habitación de Jungkook para dejar sus pertenencias y dejar secar su chaqueta cerca de la estufa que tenía prendida en la habitación.

— Te ves algo diferente.— Jungkook se apoyó en el marco de la habitación mirando la barriga de Jimin.

—¿Diferente en que?— Preguntó riendo al no notar nada raro en su persona.

— Te ves más lindo que de costumbre.

— Es la barriga.— Afirmó Jimin apuntando a su panza.

— Realmente no lo sé, pero me gusta verte así.

— ¿Tú madre?— Preguntó Jimin cambiando el tema.

— Llegará en unos minutos.

— Estoy algo nervioso...ya sabes, ¿Es necesario decirle la manera en que nos conocimos?— Preguntó aún más nervioso.

— Creo que no es necesario, decirle esa parte.

— Ah...— Jimin tocó su barriga, la cual ya se notaba a kilómetros que estaba embarazado.— ¿Que le dirás?

Nueve meses [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora