7 meses

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Subió otro escalón más, con la ayuda de las barandas un poco cansado. Ya que por una pequeña falla de electricidad, el ascensor quedó obsoleto. No podía creer que Jungkook viviera en un piso demasiado alto y lo estaba empezando a odiar, bueno desde que había subido el primer escalón.

Respiró hondo y nuevamente un lágrima cayó por su nariz, recordando la llamada telefónica que había tenido con su madre hace una hora atrás. Las palabras habían sido crueles, humillantes y sobre todo con una gran carencia de afecto maternal. Limpió su lágrima y siguió subiendo los escalones hasta llegar al piso de Jungkook. Salió notando el pasillo y caminó bastante agotado a la puerta del departamento. Golpeó dos veces suavemente y espero a que le abrieran la puerta pacientemente.

Limpió sus lágrimas con la manga de su chaqueta antes de que la puerta se abriera dejando ver a la chica que acostumbraba a sacar la ropa de Jungkook. Ella lo miró sarcásticamente y dejó la puerta abierta, para luego ir nuevamente a encerrarse a su habitación. Sin vergüenza, entró al departamento cerrando la puerta sin hacer ruido y caminó con su mochila en la mano, notando la ausencia de personas en la sala de estar. Golpeó la puerta de la habitación de Jungkook para luego apoyarse en ella y esperar a que Jungkook abriera. Cinco segundos de espera y se abrió, dejando ver a Jungkook aún con el pijama puesto y el cabello desordenado.

Jimin se mordió los labios aguantando las ganas de llorar, pero su labio inferior tiritando lo delató poniendo a Jungkook preocupado al verlo con los ojos rojos. No aguantó el nudo en su garganta recordando esa maldita frase que no paraba de torturarlo. "No me sorprende que hayas terminado así, era de esperarse desde el día en que te fuiste a vivir con ese bueno para nada".

Jungkook se acercó abrazando a Jimin y acariciando su cabello para calmarlo. Cerró la puerta y lo sostuvo en sus brazos varios minutos con tal de que dejara de llorar para que le contase lo sucedido. El llanto era horrible, Jungkook lo había visto llorar, pero no de esa terrible manera. Al parecer su pequeño era de esos que simplemente acumulaban sus sentimientos hasta que explotan en llanto por haber aguantado tanto.

— A ver, ¿cuéntame qué sucedió?— Preguntó sentando a Jimin en la cama desordenada.

Jimin no respondió y limpió nuevamente sus ojos bañados en lágrimas.

— Vamos, Jimin...si no me dices, no podré ayudarte.

— Le hablé a mi madre hoy.— Jimin limpió sus mejillas. Jungkook le miró impaciente.— Dijo que no le impresionaba que haya quedado embarazado... ya lo esperaba... Ella no quiere recibir llamadas mías. "Eres un adulto, es tu problema. No el mío..."— Su labio tiritaba con miedo al recordar la voz fría de su madre.— Cortó la llamada a los segundos, después de decirme que no me ayudaría más.

— No llores.— Pidió Jungkook.— Pondrás muy triste al bebé.— Colocó su gran mano sobre la barriga levantada de Jimin y acarició lentamente sobre la gruesa chaqueta.— Nunca estarás solo.— besó su barriga.

Jimin limpió sus lágrimas y sonrió al sentir a su bebé moverse con inquietud por las caricias de Jungkook.

— Le gusta demasiado que hagas eso.— Sonrió Jimin mirando fijamente a Jungkook. Éste le entregó una pequeña risa al ver a Jimin más tranquilo con una sonrisa.

—¿Quieres desayunar?

— Quiero acostarme.— Suspiró agotado.— Estoy cansado... El ascensor está inhabilitado y tuve que subir por las escalas.

—¿Subiste por las escaleras?

— Necesitaba llegar... necesitaba verte.

— Me hubieses llamado, Jimin. Por último para ayudarte a subir las escaleras.

Nueve meses [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora