Parte dos

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Paso una semana entera y el hilo todavía estaba ahí, intacto y reluciente. Cabe decir que Aizawa esa mañana estuvo más malhumorado de lo normal, y eso era algo que decir, los lunes nunca fueron el fuerte del profesor.

Y ahora sumándole el asunto del hilo...

"¡Ashido, concéntrate en tu propio informe! A menos que quieras quedarte más tiempo después de clases y trabajar más ¡tengo mucho más que me gustaría enseñar hoy!"

Toshinori en serio lamentaba no poder defender a los alumnos de la ira del profesor y sus tareas infernales, pero en su defensa, él lo había intentado.

Y tal como dijo, intentado.

Ya que apenas había abierto la boca para decirle que no fuese tan duro con ellos, la mirada oscura se transformo en un infierno rojo viviente que le seco todas sus palabras.

Normalmente no le molestaría, estaba acostumbrado a ver a Aizawa en ese estado –nunca olvidaría sus primeros meses de enseñanza y la gélida mirada del profesor en su espalda cada vez que pasaba frente a él– pero el pelinegro parecía totalmente agotado y no deseaba molestarlo más.

Lo entendía en parte, estar atado a él por más de una semana, no era lo ideal, era algo que había sacado a Aizawa de su preciada rutina y espacio personal.

Y a pesar de que Shouta no le había dicho nada, sabia bien que el pelinegro no había dormido casi nada en estos días que pasaron juntos. Si es que de por si había dormido algo.

Quería darse el gusto de decir que él conocía a Aizawa lo suficiente para distinguir a su usual cansado ser, del agotado e irritable hombre que se volvía cuando tenia un verdadero mal día. O días en este caso especifico.

En parte le dañaba pensar que pelinegro la había pasado mal con él, pero por otra parte no hubo ninguna señal –cuando estaban ambos despiertos– de que Aizawa estuviese molesto o incomodo con su presencia.

De hecho quería pensar que ambos estuvieron bastante bien juntos, con ese raro ambiente entre ellos que solo ocurre cuando pasas de ver a una persona de vez en cuando, a verla desde que te levantas hasta que te vas a dormir.

Aunque poco a poco ese ambiente extraño fue borrándose para dar paso al simple funcionamiento que tenían a diario, quizás hasta uno más alegre y cómodo, si se le permitía dar su opinión.

Al parecer el problema venia cuando se trataba de dormir. Quizás de verdad Aizawa estaba tan poco acostumbrado a dormir con otra presencia, que eso lo mantuvo atento todo el tiempo, impidiéndole a su cerebro tranquilizarse, estando todo el tiempo alerta de algún peligro inesperado.

Obviamente Toshinori era todo menos una amenaza, pero el cerebro de un héroe en una situación poco común siempre actuaba en forma defensiva. Quizás si dejaba que Aizawa durmiese primero – al menos por unas horas en las que él haría algo productivo— este pudiese descansar algo.

Y que si tenia la suficiente suerte, cuando se fuese a acostar, lo haría silenciosamente y no despertaría a su amigo.

Sí, eso sonaba como un buen plan.

"Cuando terminen el informe, quiero que investiguen sobre Quirks del tipo telepático, los pro y las contras que suelen tener en común, es su tarea, 30 hojas para mañana"

Un suspiro cansado e irritado se escucho en la clase, haciendo que Toshinori les diese una mirada de lastima a sus alumnos.

"35 paginas"

Y ya no hubo más suspiros, solo esa tensión que sucede en las aulas cuando saben que su única opción para salir de ilesos de más trabajo, es quedarse callados. Vio como los niños de vez en cuando dirigían una mirada a él, suplicando con sus ojos calmar al profesor a su lado.

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