Vértigo

2.4K 86 10
                                    




Ya casi estaban listas para irse a la cama. Mientras una se cepillaba los dientes, la otra se untaba crema por la cara. En esto, las dos eran bastante similares, tenían un gran sentido de la rutina por lo que concernía a la cara. Seguidamente, Natalia se puso colonia.

- ¿Por qué siempre te pones colonia antes de dormir? - preguntó Alba mientras se secaba la boca con la toalla. Miraba a Natalia desde el espejo.

-No sé tia, me gusta oler bien en la cama- rebatió algo sonrojada. -Es una rutina ya desde que estoy en la academia.

-Ah, ¿que antes no lo hacías? - seguía curioseando.

-No me acuerdo...- disimulaba. Rezaba para que no se diera cuenta de que se ponía colonia cada noche por si acaso Alba y ella dormían juntas. Tenía la necesidad de oler bien, de impresionar a la rubia.

Ésta, algunas veces, se acurrucaba en el pecho de Natalia y comentaba que olía bien. Por lo tanto, Natalia no dudaba en utilizar colonia para que Alba quisiera apoyarse ahí. Le relajaba sentir a Alba encima suyo, sentía que tenía que protegerla.

Una vez las dos estaba listas, se fueron a la cama.

-Estoy cansadísima...- comentó Alba soltando un pequeño gemido de agotamiento.

-Pues a dormir- respondió Natalia, que había cogido a Alba por la cintura mientras se dirigían a la habitación. Ese contacto hizo que Alba sintiera un vuelco en el estómago. Natalia condujo a Alba a su cama. - ¿Te apetece dormir hoy conmigo? - preguntó abrazándola por detrás y depositando un beso en su mejilla.

Alba no podía estar más roja y acarició los brazos de Natalia mientras cerraba los ojos y sonreía.

-Me encantaría- confesó finalmente sin poderse resistir. Y es que era más que obvio que Natalia era la debilidad de la rubia -Ve acurrucándote, voy a buscar una manta que nos pelaremos de frío- Se soltó de los brazos de Natalia no sin antes devolverle el beso cerca de la comisura de sus labios.

-Cómo se nota que no están las cámaras eh- soltó Maria sin ningún tipo de pudor mientras recogía su desastrosa cama.

- ¿Qué? ¿Por qué? - preguntó Natalia desconcertada con un hilo de voz y los ojos abiertos.

- No sé quién os shippea más, España o nosotros – añadió Noelia con un tono burleta ante la situación.

-Buenas noches chicos – interrumpió Alba volviendo con una manta más grande que ella. Cogió de la mano a Natalia, que estaba anclada en el mismo lugar donde Alba la dejó, y se la llevó a la cama de la pelinegra.

Las dos se metieron en la cama aún con las luces abiertas.

-Creo que nos vamos a achicharrar, pero bueno – dijo Alba recapacitando sobre poner la manta. Las dos iban con pijamas de invierno y les habían puesto nórdicos.

-Buenos, si tenemos calor, ya nos quitamos la ropa- contestó Natalia rápidamente.

-¿Qué?-

-Olvídalo Albi- intentó arreglar Natalia. -Es broma. – le dio otro beso, esta vez cerca del cuello, el lugar más próximo que tenía la chica para besarla.

-No estoy entendiendo nada sobre esta situación- Alba se estaba poniendo nerviosa. Entre los comentarios que dijeron las chicas y las fichas de Natalia se le habían puesto las mejillas rojas.

-¿Qué, te da vergüenza ahora? – añadió Natalia acariciando la cara de Alba. -Si llevas todo el día dándome besos y abrazos...- Natalia empezó a jugar con una de las manos de la chica, que tenía entrelazada con la suya.

ÁgapeDove le storie prendono vita. Scoprilo ora