Capítulo 32

637 36 15
                                    

Narra Pablo.

Lleva todo el día en casa, yo al menos he salido a correr un rato pero, ella ni siquiera ha querido eso y tampoco ha querido comer.

No hemos hablado en todo el día, lo único que ha hecho es pasar tiempo con Vera y Martín, y cuando ellos dormían, ha estado en completo silencio, en el sofá, perdida.

Sé porqué está así, le duele la situación que vivimos anoche en casa de mi familia. Ella me ama, de eso no cabe duda alguna porque yo la amo de igual forma, y el que yo esté así con mi familia le afecta.

Pero, creo que con esto que le traigo alegraré un poco su día o eso pienso.

Pablo: ¡Amor! -digo cuando entro en casa-

Silencio.

Cierro la puerta de casa y la veo en el sofá y a nuestros hijos en sus respectivos maxi cosi.

Voy a darles un beso a cada uno de mis angelitos y después me acerco a ella que está en el sofá.

Sigue sin decir nada.

Cuando me pongo a su lado, veo que está llorando y mi mundo se viene abajo.

Pablo: Val... -me arrodillo y seco sus lágrimas-

Me parte el alma verla así, nunca me gustó verla llorar.

Me siento a su lado y la abrazo con fuerza.

Valeria: Perdóname por haber estado así todo el día, por no haber hablado apenas... Por todo pero, me duele lo que tuviste que pasar ayer y por mi culpa... -sigue llorando y me abraza muy fuerte-

Ahora mismo ha salido de ella la niña vulnerable y frágil que necesita refugio y yo soy el suyo.

Pablo: Llora cariño, llora... -acaricio su pelo- Saca todo lo que tienes dentro, yo siempre estaré aquí siendo tu refugio. Nada de esto es tu culpa.

Ella levanta su rostro de mi pecho y me mira.

Valeria: No te merezco, Pablo... -besa mi torso- Te quiero muchísimo.

Sonrío.

Pablo: Y yo a ti, no lo dudes jamás -le dejo un tierno beso en la frente- Y mira, te traigo algo que te alegrará el día -ella seca sus lágrimas y me mira atenta-

Valeria: Viniendo de ti me alegrará, sea lo que sea -sonrío y beso sus labios dulcemente-

Pablo: Tu favorito -digo dándole la tableta de chocolate negro puro-

Ella la toma en sus manos como si fuera un tesoro.

Valeria: ¡Te has acordado! -me abraza-

Río por su reacción.

Pablo: Pues claro -digo triunfal- Ya sabes que yo soy más de blanco pero, me he acordado del tuyo. Y te he visto hoy tan mal que sabía que no podrías decir que no a tu chocolate favorito.

Ahora ríe ella.

Valeria: Has acertado de lleno y más porque no te lo había pedido -me besa- Gracias -acaricia mi cara-

El timbre nos interrumpe nuestro momento.

Valeria: Yo no espero a nadie... -dice sin entender- Voy a abrir.

Pablo: Deja -le freno- Ya abro yo.

Valeria: Está bien, no tengo muchas ganas de ver a nadie -dice abriendo la tableta de chocolate-

No Puedo Vivir Sin Ti.Where stories live. Discover now