Consentido

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La lluvia nuevamente caía sobre la cuidad, sabiendo que quedaban como dos semanas para el comienzo de la primavera. El frío aún se podía sentir por debajo de las puertas.

Con la ventana cerrada observó la lluvia caer sintiendo las manos cálidas que acariciaban su barriga con movimientos circulares al frotar la crema para estrías. Jimin sonrió cuando Jungkook rozó su ombligo, era algo extraño le comentaba Jungkook, era como tener un pequeño resorte en su panza. Las estrías ya no tenían el color rojizo que tenía el mes pasado, de a poco iban mejorando en tonalidad. Observó a su alrededor notando los grandes cambios durante este mes.

Su habitación estaba pintada con un suave celeste pastel para hacer juego con la cuna que había comprado Jungkook. Habían cambiado la posición de su cama quedando al lado de la ventana, para tener más espacio para los muebles del bebé. La semana pasado había salido con Jungkook a comprar las últimas cosas que necesitaría su bebé. Un gran mueble blanco adornaba al lado de la cuna, Jimin había dejado encima los pañales, juguetes interactivos, peluches, colonias, toallas húmedas, biberones y un gran bolso color azul, el cual había sido rellenado por Namjoon, en caso de cualquier emergencia. Era muy necesario, ya que en cualquier momento lo usaría y era mejor estar preparados, por si surgía algún problema.

Los cajones fueron rellenados por Jungkook, quien de camino a su departamento después de clases pasaba a las tiendas observando mantas, piluchos, camisetas y calcetas. Siempre llegaba con algo, sorprendiendo a Jimin.

Jimin sabía en el fondo que a su pequeño hijo jamás le faltaría algo y teniendo a Jungkook a su lado era más que suficiente para ser feliz.

— No me hagas cosquillas.— Pidió Jimin volviendo a reír.

— No son cosquillas, le estoy entregando amor al bebé.— Jungkook besó la barriga descubierta.

— Que afortunado es el bebé.

—¿Acaso tú también quieres amor?— Preguntó Jungkook.

Jimin asintió y Jungkook se acercó quedando por encima del rubio para darle un tierno beso en su pequeña nariz.

— Me duele la espalda.— Se quejó Jimin sintiendo el peso de Jungkook sobre su cuerpo.

— Lo siento.— Jungkook giró acostándose a su lado y mirando la prominente panza de Jimin.

— No es que yo no quiera.— Jimin musitó nervioso y avergonzado— Siento una molestia al cargar esto. Si no me duele la espalda, me duelen los pies.

— No te preocupes, estás en los últimos meses de embarazo.

— Aveces me pregunto cómo será realmente nuestro bebé.— Suspiró.— Espero que tenga la misma capacidad intelectual que tú.— Comentó riéndose. El era un verdadero asco en matemáticas.— Tiene que ser aplicado en matemáticas si o si.

— Le enseñaré cuando el tenga cinco años.

¿Jungkook se estaba proyectando con el? No podía evitar sentirse feliz y emocionado. Éste hombre terminaría matándolo.

— Quiero que tenga tus ojos, son grandes y hermosos.— Comentó Jimin acariciando el rostro de Jungkook y delineado su nariz hasta llegar a su cuello.— También tu encantadora sonrisa.

Jungkook sonrió al oír esto, Jimin aveces le costaba expresar sus sentimientos. Aveces se quedaba callado o no terminaba las frases. Era tierno verlo de este modo.

— Sería muy tierno si tuviera tus mejillas y tus labios.— Jungkook soltó una pequeña risa al ver las mejillas abultadas de Jimin.

— Tengo que agendar la fecha el próximo mes.

Nueve meses [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora