¿Amor de Verano? | Dofia | Pausada

CAPÍTULO 14

Narra Sofia.

-No me dejes Chlo ¿qué error cometí?- Sollozaba.

-Lo siento Sofia pero es mejor terminar esta relación- Dijo muy cortante.

-Por favor no me dejes, te amo demasiado, eres el amor de mi vida, no quiero perderte...- Tomaba sus manos.

-No Sofia- Las retira rápidamente -Entiende que esto se acabó, ya no hay un nosotras y no quiero que me busques ¡olvídate de mí!.

Se daba media vuelta, poco a poco se iba alejando, yo corría para alcanzarla pero era inútil, al final lo único que hice fue llorar.

-¡No Chlo! ¡Te amo! ¡Siempre lo haré!-.

Empecé a escuchar una voz.

-Amor, amor, despierta-.

Fui abriendo los ojos y me encontré con una Dove preocupada. Lo primero que hice fue abrazarla.

-Estás aquí amor- Dije aliviada.

-Cariño, tuviste un pesadilla, ¿verdad?- Deshicimos el abrazo y asentí -¿Qué pasó?- Me acarició la mejilla y limpió mis lágrimas.

-Pues- Suspiré -Tú terminabas nuestra relación, ya no querías nada, ni saber de mí y me decías que me olvidara de ti, fue horrible, ya no quiero recordar ese desagradable sueño-.

-Tranquila amor, estoy aquí y nada de eso va a pasar- Me dió un beso en la comisura de mis labios y sonreí.

-No quiero perderte, nunca mi vida- Entrelacé nuestros dedos.

-Yo tampoco, eres lo mejor que me ha pasado... Te amo mucho mi Sofi-.

-Yo te amo más mi Chlo- Nos dimos un cálido y amoroso beso.

Estábamos abrazadas, muy bien cubiertas por las sábanas, no nos importaba que yo solo estuviera en ropa interior o qué mi ojiverde se encontraba desnuda. Había un silencio pero era un silencio cómodo y tranquilo, podíamos oír nuestros corazones que latían en sincronía, todo era maravilloso hasta que el momento fue interrumpido por la alarma, nos sobresaltamos un poco porque todo era pacífico.

-Muy bien a levantarse- Me dió un beso en mi frente y veía que estaba por retirarse de la cama.

-No, no quiero- Me quejé y la detuve.

-Vamos cariño, no seas floja- Hice puchero -Bien, no quería hacer esto pero no hay opción-.

-No, no... ¡Basta, por favor!- No paraba de reír, ya que empezó a hacerme cosquillas -Ya, ya me levanté- Hablé cuando ya estaba parada.

-Bien, ahora a bañarse, espera, ¿y si nos bañamos juntas?- Dijo emocionada.

-¡Buena idea! Aunque sabes, toda mi ropa está en mi cabaña- Mi rubia iba hablar pero fue interrumpida porque tocaron la puerta.

-¿Quién es?- Preguntó  con un tono de voz fuerte para que la persona que estaba del otro lado de la puerta escuchara.

-Soy Laura- Responde la persona.

¿Mi mamá? ¿Sabrá que estoy aquí? Pensé.

-¡Un momento!- Rápidamente fue a su armario y sacó dos batas, me dió una, nos colocamos nuestra respectiva bata y Chlo fue abrir la puerta.

-Hola mi niña- Saludó a mi chica.

-Hola Laura, buen día-.

-Hola cariño, me imaginé que estarías con tu novia en su cabaña, así que te traje algo de ropa y otras cosas- Me entregó una mochila.