6: Cómo sobrevivir a sus secretos.

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Caminaba por uno de los pasillos de su facultad con los audífonos puestos y sus libros en mano, ajeno al cuchicheo de los demás y a la curiosa presencia que lo seguía por detrás.

Esa mañana había despertado más temprano de lo usual por Manteca y sus insistentes ganas de jugar, lanzándole más veces de las que pudo contar la pelota de juguete al rostro, una mezcla rara de saliva y tierra pegándose a este y obligándolo a levantarse incluso antes de que el sol alumbrara.

No era precisamente mal humor, sólo no se sentía tan burbujeante como siempre y prefería que nadie le hablara por obvias razones. Sin embargo, el contacto que hace una mano sobre su hombro interrumpe su trayecto y, más que sorprendido, empieza a sentir la típica molestia debido al sueño.

Con el ceño fruncido se da media vuelta y se encuentra con unos bonitos ojos que lo observan con demasiada atención.

―Hola, umh, ¿Tú eres Luhan?

Lo que menos quería Luhan esa mañana era lidiar con algo relacionado a Sehun.

Nayun se encontraba frente a él, viéndose tan bonita y sin las horribles ojeras que él llevaba que por breves segundos sintió la tan mencionada envidia, mucho más ahora que sabía que el amor de su vida la prefería a ella.

Sin decir palabra alguna, asintió, a lo que ella sonrió aliviada.

―Dios, que bueno. Eres a la quinta persona que le pregunto lo mismo y finalmente te encontré. ¡Eres el mejor amigo de Sehun!

Mejor amigo de Sehun.

Mejor amigo de Sehun.

De Sehun.

Mejor amigo.

Mejor amigo y de Sehun.

― ¿Qué? ―soltó consternado, incapaz de procesar lo que ella había dicho a lo último.

―Sehun siempre hablaba de ti cuando ensayábamos nuestros bailes, así que supuse que eres su mejor amigo.

Mejor amigo.

―Oh, ¿Te sientes bien? Estás un poco pálido... ¡Te invito un café! Necesito hablar de algo contigo.

Por la mente de Luhan, muy lejana a lo que estaba aconteciendo, pasaban todos los recuerdos del Señor Cactus y los de Manteca cachorro chocando con la puerta cuando intentó entrar a la casa con una rama del patio.

Hermosos recuerdos que se reproducían antes de su tan esperada muerte si aquello no era detenido por alguna fuerza divina que se apiadara de él y su corazón de algodón.

― ¿Ha-hablar conmigo? ―cuestionó un poco ido, la mirada tan amable de ella erizándole la piel― ¿Sobre qué?

Cuando ella aparta la mirada por breves segundos y un tenue rosa tiñe sus mejillas, Luhan desea cavar un hoyo y meterse dentro para morir desolado.

―Es... sobre Sehun...

Por más que intente tomarse aquello con humor y jugar con una repentina muerte, la situación le duele, le duele como la mierda. ¿Sehun jamás le dijo a su quería amiga que tenía novio?

¿Acaso se avergonzaba de él por ser un estúpido niño todavía terminando la preparatoria para ese entonces? ¿No quería que ella se enterara de que era gay? ¿Siempre estuvo interesado en ella y le contaba sobre las cosas que hacían en sentido de mejores amigos?

― ¡Luhannie!

La voz de Jongin a lo lejos llama la atención de ambos, por lo que voltean en la dirección de donde proviene la voz. En ese momento, Luhan puede sentir como una tormenta se avecina a su vida.

Sehun estaba allí junto a Jongin, alternando la mirada entre Nayun y él con el ceño fruncido.

«¿Pensará que me estoy acercando a ella para arruinarle todo?»

Sus ojos inevitablemente se cristalizan y se ve en la obligación de apartar la mirada, siendo torturado por sus propios pensamientos.

Taemin y Jongin analizan la situación una vez llegan frente a él y la chica, notando el sonrojo de ella ante la presencia de Sehun y la oscura aura que rodeaba al castañito.

―Vaya, Nayun, estás un poco roja... ―suelta Taemin, sintiéndose molesto por toda esa situación que tenía tan mal a Luhan.

La chica se remueve incómoda, percibiendo la tensión entre ellos, sin darse cuenta de la penetrante mirada de Sehun hacia el ahora apagado castaño a su lado.

―Hablaremos otro día, Nayun ―suelta Luhan finalmente, forzando una de las sonrisas más falsas que jamás pudo esbozar―. Tengo cosas que hacer ahora.

Ella asiente y el menor se da la vuelta hacia Sehun, decepción y mucho dolor reflejándose en su mirada y preocupando al mayor al notarlo.

―Nos vemos, mejor amigo.

¿Cómo habían llegado a eso? Luhan se preguntaba una y otra vez, cuestionándose también qué otros secretos más tendría que descubrir para que su corazón reaccionara y dejara de latir con tanta fuerza por aquel que le estaba mostrando el lado más feo y doloroso del amor.

Cómo sobrevivir a Sehun y no morir en el intento » hunhan.Where stories live. Discover now