Mientras duermes | Larry Stylinson •Terminada•

"Austin."

Dió grandes bocanadas de aire mientras intentaba levantarse del suelo. Abrió los ojos como pudo, sus huesos temblaban a causa del frío.

Dió una vista al lugar mientras giraba sobre si mismo.

Se frotó los brazos con fuerza para obtener calor en su cuepo. No sabia que había pasado para llegar a ese extraño lugar.

Cayó al suelo. Las lágrimas se atropellaban unas con otras sobre sus mejillas.

Miró hacia arriba y el cielo le gritaba que una perfecta tormenta estaba por llegar.

No tenía noción del tiempo. Comenzó a caminar de nuevo con las piernas temblorosas y no lograba ver el camino por sus ojos que se encontraban tan rojos de llorar.

Siguió caminando, sabía que estaba perdido y sólo aquel bosque lo vigilaba.

Corría adentrándose más en el bosque como si quisiera escapar de alguien y lamentablemente no podía.

La llovizna empezó a caer de a poco, pero no le importó, él siguió. Cuando de pronto sintió frío, cansancio y un dolor por todo su cuerpo. Había corrido tanto que se dejó caer rendido ante el frío y el agotamiento.

De pronto alguien gritaba a lo lejos su nombre. Era su nombre. Su corazón palpitaba a máxima velocidad por la voz que se acercaba hacia él. Giró para mirar sobre su hombro, temblando en la tierra húmeda convirtiéndose en barro y entonces lo vió detrás de la cortina de lluvia.

En un abrir y cerrar de ojos se encontraba en una habitación, llevó su atención hacía una de los grandes ventanales de aquel lugar totalmente vacio con cuatro paredes, Harry estaba mirando la lluvia que caía y golpeaba en el vidrio. 

Cerró los ojos una vez más y segundos después los pasos de Harry se dirigían hacia Louis.

—No estas solo.. me tienes a mi. -le susurró al niñero en voz baja.

Louis sobresaltó sobre su cama, guardaba un nudo en su garganta. Uso sus fuerzas para reaccionar, hacia tiempo que no soñaba así. "No estas solo.. me tienes a mi." recordó con una sonrisa en sus labios, fue un sueño que era raro y extraño pero le encantó.

Dirigió su mirada al calendario que se encontraba en su mesa de luz, no estaba consciente de los días.

Era Viernes, su día libre. Llamó a su mejor amigo, Austin, quien a los pocos minutos se encontraba fuera del hogar en su Audi.

—Adivina quién tiene ganas de comer una hamburguesa con queso derretido acompañado con papas fritas y un refresco. -preguntó Austin a gritos.

El niñero soltó una risita.

—Conduce rápido antes de que muera de hambre. -dijo ya dentro del auto.

Pocos minutos después llegaron al Mc Donalds, quedaba a muy pocas cuadras. Ambos pidieron su orden y al instante la recibieron. 

—Hace bastante tiempo que no nos vemos -dijo Austin buscando un tema para conversar —¿Qué cuentas de nuevo?.

Harry, fue lo primero que vino a su mente.

Louis no se animaba a contarle acerca de él, habia posibilidades de que Austin no creyera, sin embargo, decidió contarle.

Era su mejor amigo, se contaban sus secretos y juraban que nunca darían la luz.

La confianza entre ellos dos era increíble.

—Conocí a alguien la otra noche en mi trabajo -musitó Louis.

—¿Es linda? -preguntó Austin colocando ketchup a sus papas.

—Es un chico -corrigió —pero..

—¿Pero qué?.

—Austin, ¡conozco a un chico muerto! -dijo el niñero elevando un poco la voz.

El rostro de su mejor amigo quedó congelado pero a los pocos segundos comenzó a reír a carcajadas.

—Buena broma Louis, por un momento te creí -dijo con la boca llena.

—Presentia que ibas a reírte -sonó un poco enojado —¿No me crees?.

Austin quedó en silencio y no respondió. La manera en que Louis hablaba dejaba en claro que esto no se trataba de una simple broma.

—Es que... -musitó Austin al fin —eso es imposible.

 —Nada es imposible para quien cree.

Su mejor amigo solo sonrió y asintió dirigiendo su mirada a algo que le llamaba la atención..