Capítulo 2

565 62 33
                                    


Panchito despierta sin compañía, escucha mucho ruido provenir fuera de la habitación. Descubre que todo el sonido proviene de la cocina. José servía el desayuno mientras los sobrinos paseaban de un lado al otro entre risas y gritos. Pedrito estaba en su asiento especial tomando su biberón.

—Buenos días a todos— dijo Panchito.

Los sobrinos le saludaron de forma educada mientras José trataba de atraparlos. Se le veía muy estresado, Panchito sacó su guitarra para ponerse a cantar. Los niños se acercaron y guardaron silencio para escuchar a Panchito cantar. Una vez terminado la canción, los niños querían otra canción.

—cántanos otra, por favor— dijo Zeca.

—lo haré después de desayunar y siempre y cuando coman educadamente— dijo Panchito.

Los niños obedecieron y tomaron asiento. José le agradece a Panchito para luego besarlo dándole los buenos días. Los niños aprovecharon para hacerle más preguntas a Panchito.

—en México, ¿todos tienen guitarras? —preguntó Zico.

—No exactamente, pero digamos que es un instrumento muy usual en mi país— respondió Panchito.

—supongo que tienes muchas admiradoras— dijo Zeca.

—podría decirse que sí, pero ninguna de ellas me gustaba— dijo Panchito— la única persona que merecía mi atención era José.

José le toma de la mano mirándolo con cariño.

—Oh, supongo que fue antes de las novias de mi tío José— señaló Zeca.

Al escuchar eso, José aleja su mano y mira con odio a sus sobrinos. Panchito quiere respuestas.

—¿Cuáles novias? — les preguntó Panchito.

—El tío José tuvo como cinco novias— respondió Zico.

—vaya, cinco novias— expresó Panchito mirando a José con amenaza.

—Nos agradaban porque nos compraban dulces y nos mimaban— respondió Zeca.

—el tío José siempre las besuqueaba— señaló Zico.

—Miren, Pedrito quiere decir algo— señaló José tratando de cambiar la conversación.

—lo raro es que siempre las novias de nuestro tío tenían mucho dinero— señaló Zeca.

—A una de ellas le había pedido matrimonio, pero ella lo rechazó por el suegro— dijo Zico.

—¿Matrimonio? — preguntó Panchito.

—Fue divertido ver como aquel señor echaba a patadas al tío José— dijo Zeca.

—ustedes ni estaban ahí— exclamó José, enfadado.

—el vídeo de las cámaras de seguridad de aquel día está por todo internet— dijo Zico.

—¿¡Qué!? — exclamó José.

—señor Panchito, ¿ha tenido novia? — le preguntó Zico ignorando a su tío.

—por suerte no— expresó Panchito algo desilusionado.

—¿podemos tocar su guitarra? — preguntó Zeca.

—claro, solo tengan cuidado— respondió Panchito otorgándoles la guitarra.

Los niños se retiran con la guitarra, José trata de animarlo, pero Panchito andaba muy deprimido.

—¿Por qué me ocultas todo sobre ti? — le preguntó Panchito.

—Panchito....

En eso escuchan un estruendo, los sobrinos habían roto la guitarra de Panchito por andarse peleando por quien la usaría primero. Los sobrinos piden disculpas mientras Panchito se acerca a ver su guitarra destrozada. José regaña a los niños para luego pedirle perdón a Panchito por el comportamiento de los niños.

—No te preocupes, fue un accidente— expresó Panchito dándole la espalda.

—Panchito...

—esta bien, es solo una guitarra— expresó Panchito volteando a verlo con una sonrisa forzada—sabes, creo que Pedrito quiera dar un paseo.

Panchito se acerca a Pedrito quien alza los brazos para ser cargado. Panchito se va de la casa sin decir nada más. José solo ve la espalda de Panchito y a Pedrito despidiéndose con ternura. Los sobrinos intentan pedir nuevamente perdón, pero José se va a encerrar a la habitación.

Crisis familiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora