Capítulo 13

2K 120 6
                                    

En cierta parte de la playa se podía sentir una devastadora sensación de muerte y sed de sangre, las personas que pasaban por ahí lo hacían de forma rápida ya que lo que causa tanto temor en las personas es que 7 chicas irradiaban un aura de muerte y terror por que cierta rubia de cabello puntiagudo y alborotado esta encima de "SU NATSU" más aparte estaba en una posición nada santa

-Natsu, ¿vas a explicar qué es lo que pasa o tendremos que obligarte?- preguntó de forma amenazante Erza con una cara que de seguro dejaría en ridículo al Diablo al igual que Mirajane y Seilah, ocasionando que el pelirosa comenzara a sudar a mares y que su cuerpo se convirtiera en gelatina, y en un dos por tres ya estaba de pie poniendo a la chica a su lado

-Tranquilas chicas, nada ocurrió entre esta señorita y yo, se los juro- decía el pelirosa con bastante pavor casi suplicando por su vida, las chicas lo veían con duda por si había un rastro de mentira en su rostro, pero lo único que encontraron fue la cara de terror que tenia el pelirosa, hasta que todas soltaron un suspiro ya un poco más tranquilas

-Okey, si no excedimos con nuestros celos- dijo ya calmada Erza ocasionando que Natsu soltara una suspiro de alivio, pero su suerte no duraría mucho ya que cierta pelinegra bastante posesiva le jalo la oreja a Natsu acercándolo a ella

-Pero si llegas a hacer otra cosa como esta cariño, te prometo que para la siguiente no tendrás nuestra misericordia. ¿te quedo claro?- aunque tuviera una sonrisa la pelinegra, su voz se escuchaba bastante terrorífica, cosa que espanto de más a nuestro pelirosa ocasionando que asienta como loco   

-S-S-Seguro Seilah-chan- hablo con temor y tartamudeando con una sonrisa nerviosa, pero la pelinegra se le tiñeron las mejillas de un color rojizo por como Natsu la llamo "Seilah-chan" 

-B..B..Bien c-ch-chicas, es hora de irnos- hablo con nerviosismo y tartamudeando en su voz ya que su corazón palpitaba a mil por hora, siendo seguida por las demás que no estaban tan convencidas, dejando solos a la rubia y a Natsu

-Lamentó el malentendido...¿eh?...- decía con curiosidad ya que no sabía el nombre de aquella chica

-Dimaria, Dimaria Yesta- decía con una sonrisa nerviosa y con un tinte rojizo en sus mejillas

-Dimaria, lamento en el lío que te metí, las chicas son algo celosas y posesivas- decía con una sonrisa nerviosa por como actúan sus "amigas"

-No te preocupes, ¿Natsu, verdad?- dijo con duda ya que escuchó el nombre del pelirosa por parte de la pelirroja

-Así es, Natsu Dragneel- decía con algo de orgullo por su apellido, hasta que se dio cuenta de algo- oye, ¿quieres que te ayude a encontrar a tu perro?

-No te preocupes por Robert, cuando se aleja demasiado de mí, vuelve de regreso conmigo- decía Dimaria con tranquilidad y una sonrisa, hasta que su vista se posa al frente viendo como su perro corre hacía ellos- de echo ahí viene

Natsu dirigió la mirada en la misma dirección donde la rubia miraba, viendo al gran danés corriendo hacía su dirección. En cuanto ya estaba enfrente de ambos jóvenes se sentó respirando como habitualmente respiran los caninos, con la hocico abierto y la lengua de fuera, Dimaria enseguida acarició la cabeza de su can de forma tierna y cariñosa

-Que bueno que volviste Robert- decía con ternura haciendo que el can moviera la cola felizmente

-Que bien educado lo tienes, la última vez que tuve una mascota se la tuvieron que llevar a la granja de uno de mis tíos, ya que en la casa hacia un gran desastre- dijo sonriendo algo melancólico

Natsu Dragneel-KunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora