22.

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 Está en su punto más bajo, desgarró todas sus viejas cicatrices y sangró sus vergonzosos secretos en las baldosas. Expuso el hueso astillado y las tripas negras retorcidas de todos sus arrepentimientos, y solo hay una persona que él puede soportar que lo presencie así, y no es un fantasma o su hermano. Solo una persona en la que confía en su debilidad y esa es la persona que legítimamente salió de su vida.

—Vete —susurra, con su voz apenas por encima de un susurro. Duele hablar, como si estuviera tosiendo vidrios.

Nunca ha deseado con tanta ferocidad que el suelo se lo tragara por completo, arrastrándolo hacia el destino que le espera. Cierra los ojos, no queriendo ver la cara de Namjoon. Por vergüenza, culpa, pero, sobre todo, porque si ve a Namjoon allí, significaría que Taehyung realmente lo dejó.

Jungkook se sorprende cuando una manta es tirada sobre sus hombros, envolviéndolo en una repentina calidez. Sus ojos se abren y su visión se aclara, y la cara que ahora está a unos centímetros de la suya, se enfoca y el aire se atasca en su pecho. Abre la boca, pero al principio no sale ningún sonido.

—¿Taehyung?

Jungkook susurra su nombre como una oración. Apenas y se atreve a creer que es él, como si el que se permitiera pensar que Taehyung realmente regresó a él, le hiciera desaparecer y lo dejará solo de nuevo. Habría creído que Namjoon lo había encontrado o que el fantasma de Yoongi apareció ante él.

Pero, ¿Taehyung? Eso es lo último que Jungkook podría haber imaginado, lo último que se atrevería a esperar. Lo que le dijo debería haber hecho correr a cualquier ser humano bueno y decente y nunca haberlo hecho mirar hacia atrás, pero aquí está él, acariciando suavemente las mejillas manchadas de lágrimas de Jungkook, a pesar de todo.

Bajo la luz brillante del baño, Taehyung parece casi espectral, inusualmente pálido y agitado. Su rostro está estrujado, su expresión es forzada, y se ve tenso. Sus ojos están muy abiertos y brillantes, pero Jungkook jura que nunca ha visto nada más hermoso. Con la luz detrás de él, a Jungkook le parece francamente angelical.

—Bebe —susurra Taehyung, trayendo un vaso a los labios secos de Jungkook. Sus manos tiemblan causando que el agua salpique alrededor del vaso, pero no derrama nada. Jungkook obedece tomando grandes sorbos de agua dejando que aplaque su garganta reseca. Él bebe demasiado rápido y chisporrotea.

Taehyung le frota la espalda, murmurando palabras suaves en su oído. Jungkook se obliga a respirar profundamente, tratando de igualar su respiración con la de Taehyung. El sonido de su respiración sincronizada llena el pequeño baño y las paredes que cada vez se acercaban más y más, comienzan a retroceder.

Taehyung se levanta, y él siente que el pánico se eleva en una poderosa ola en su pecho, pero él solo camina hacia el fregadero para colocar un paño bajo el agua. Jungkook observa en silencio mientras Taehyung cierra el grifo y escurre el agua de la tela, dejándola húmeda. Sigue mirando mientras él regresa y se agacha ante él, así que está de nuevo a la altura de sus ojos. Con la mayor suavidad posible, presiona la toallita fría contra la piel cálida y con manchas de Jungkook.

El paño frío se siente bien contra su piel cálida mientras Taehyung limpia sus lágrimas. Se permite relajarse y abrazar la sensación de calma. Taehyung no habla mientras presiona el paño en el lado derecho de su cara, y luego en el izquierdo antes de colocar la tela sobre su frente, presionándola metódicamente en cada centímetro de su cara hinchada y manchada de lágrimas. Jungkook observa a Taehyung constantemente mientras trabaja, observando cada detalle de su rostro, cada defecto, cada pestaña, cada lunar, perpetrando cada característica en su memoria. El aliento de Taehyung se abanica sobre la piel fría de Jungkook, aumentando la intimidad de estar tan cerca, respirando el mismo aire.

Lenta pero seguramente, Taehyung trae de vuelta pieza por pieza a Jungkook.

Con cada segundo que pasa, se siente más él mismo y menos un doloroso vacío de pérdida y culpa. No está seguro de cómo, pero Taehyung le está devolviendo la vida, lavando su pesar y permitiéndole sentirse más cerca de todo, una vez más.

Cuando Taehyung termina de limpiar su cara, Jungkook se acerca para agarrar su muñeca, apenas sosteniéndola, así Taehyung podría alejarse fácilmente de él si quisiera. Pero él no lo hace. Él solo mira a los ojos de Jungkook y espera.

—No me dejes, —susurra Jungkook—por favor.

Taehyung no responde de inmediato, en lugar de eso, toma el rostro de Jungkook en sus manos y lo mira un momento. Entonces y allí, Jungkook está seguro de que sabe lo que significa "alma gemela"; su alma es de Taehyung, su vida está en sus manos, y él lo ama. Él lo ama con cada fibra de su ser.

—No lo haré —susurra Taehyung, con su profunda voz ronca mientras pasa el pulgar por la mejilla de Jungkook—No me voy a ir a ninguna parte, Jungkook.

Suena como una promesa para él y cuando Taehyung presiona su frente contra la suya, él piensa que quizás, solo tal vez, el alma de Taehyung también es suya.


¿Cómo se sienten respecto a Kookie? :( mi galletita destrozada :'(

Esta historia siempre me parte el corazón lol, les actualizaré pronto~

BLACK MARKS [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora