Mientras te miraba

Capitulo XXIV. La pequeña parroquia

Sakura salió lo más rápido que pudo de la oficina del abogado, dejando a éste y a Sasuke solos, para dirigirse así a su casa, necesitaba estar sola y meditar lo que acababa de hacer, había aceptado casarse con el único hombre que había amado desde que era una niña, a diferencia de cómo había imaginado que sería no estaba feliz, si no por el contrario estaba ansiosa, le aterraba la idea de arruinar la única oportunidad que tenía de conquistar al hombre de sus sueños.

Sai había sido claro en señalar que no podía comentarle los términos del contrato a ninguna persona ajena que no fueran evidentemente los intervinientes, los padres de ambos sabían, y probablemente también sus hermanos pero ella necesitaba hablarlo con alguien, necesitaba un consejo así que se dirigió a la parroquia que había en el pueblo, el padre Sarutobi era un sacerdote anciano pero agradable y sobre todo muy sabio, si le contaba a él en secreto de confesión no estaría quebrantando el contrato ¿o sí? Sakura deseo que no fuera así y se dirigió a la iglesia.

La pequeña parroquia estaba hecha de adobe y arroquin, con enormes ventanales y puertas de madera en color caoba, Sakura se adentró y se arrodillo en el altar, necesitaba consuelo, temía haber tomado una decisión egoísta al condenar a Sasuke a estar casado con una mujer que no amara, las personas del pueblo no solían ser muy apegadas a la iglesia, sin embargo respetaban y tomaban mucho en cuenta lo que el párroco mencionara, no había mucha gente en la iglesia así que después de hacer algunas oraciones, fue a la oficina de la parroquia, no encontró al padre pues este había salido a visitar a algunos enfermos, por lo que decidió esperar un poco más, Sakura cerró los ojos y recordó a su madre, si ella estuviera aquí sabría qué hacer, no pudo evitar dejar caer una lagrima de sus hermosos ojos verdes, la limpio con un pañuelo y entonces sintió que alguien tocaba su hombro, se dio la vuelta para ver quién era y se encontró con una cara conocida.

-Hacía tiempo que ya no te veía por estos lares Sakura-chan – tomo asiento a su lado el párroco Sarutobi y ella tomo su mano para dejar un beso.

-Lo siento mucho padre, el trabajo de mi tesina me ha tenido muy ocupada, pero de nuevo volveré a darle lata como antes, tengo entendido de que el catecismo inicia en un par de semanas, sabe lo mucho que amo dar doctrina a mis niños – sonrió dulcemente la joven y el sacerdote asintió.

-Y ellos te quieren mucho Sakura-chan, eres la catequista que tiene el grupo más grande y mejor preparado debo decir.

-Gracias.

-No hay nada que agradecer, haces un excelente trabajo con el corazón y es por ello que el señor te recompensara con algo que desees con todo tu corazón, ya lo veras pequeña Sakura.

-Oh padre, ojala sea así.

-Ya veras que si, querida hija, y bien me han dicho en la oficina de la parroquia que tenías urgencia de hablar conmigo ¿pasa algo? – pregunto un poco alarmado.

-En realidad si, deseo confesarme con usted, bueno mas que nada necesito un consejo, pero lo que le vaya a decir quiero que quede como confesión para que así no pueda decírselo a nadie padre.

-Porque tanto misterio niña, parece que has cometido un crimen – se persino el párroco y Sakura sonrio dulcemente.

-No es así, bueno eso creo, vera – y entonces Sakura comenzó a narrarle al sacerdote respecto del contrato que había firmado y su futuro matrimonio con Sasuke Uchiha.

Esa noche Sakura llegó a su casa lo más cautelosa que pudo, no quería que su padre le interrogara respecto a nada, cerro la puerta con sumo cuidado y entonces escucho que su padre le hablaba, estaba en su despacho.

-Hola papá – hablo en un susurró.

-Hola cariño, hace un rato se fue Sasuke, quería hablar contigo, te llame a tu celular pero estaba apagado ¿todo bien? – pregunto curioso pues había visto sus ojos cristalinos.

-Oh si, lo siento, fui a la iglesia y me quede un rato, bueno creo que mucho tiempo al parecer, y es por ello que apague le móvil, lo siento papá – se acercó a su padre y deposito un beso en su mejilla.

-Esta bien, creo que debería decirle a Sasuke que has llegado, estaba preocupado de que aún no llegaras a casa – se rasco la cabeza – por cierto ya me dijo que aceptaste casarte con él, Saku querida.

-Padre por favor no quiero hablar de eso ahora, de acuerdo, estoy cansada y ya es tarde, santa cielo, es casi media noche – comentó sorprendida al percatarse de la hora.

-Si es algo tarde, bueno cariño ve a descanzar le diré a Sasuke que ya estas en casa y que te has ido a dormir, dijo que mañana vendría a verte para darte algo y preguntarte sobre algunas cosas, o algo así - Sakura asintió y subió las escaleras mientras Kizashi hacia la llamada.