Lectores,
Esta semana he estado pensado qué escribirles. Pensé en darles algo motivacional (como suelo hacer), pero realmente no se me ha ocurrido nada al cien. Tengo varios imaginas escritos a medias y algunos sin final, así que realmente no puedo darles una historia por el momento.
Sin embargo, volviendo a lo motivacional, quiero pedirles que nunca se rindan. Ustedes tienen el control de sus mentes y de sus corazones.
Ustedes saben (al menos los que leen mis anuncios) que soy una persona con ansiedad diagnosticada. Hoy ya no me da vergüenza decirlo, pues siempre he detestado que me vean con pesar... pero ya no más.
He aprendido, en la medida de lo posible, a abrazar quien soy. A saber que esto es algo médico que es difícil de tratar e incluso de controlar, pero... ¿Por qué? Simplemente porque a todos se nos presenta de diversas maneras y no hay una pastilla específica para cada uno de nosotros [ansiosos].
Mi ansiedad me causó depresión. Porque sí, puede pasar. Porque es posible tener ambas cosas al mismo tiempo. Así que una cosa me ha llevado a la otra. Ambas cosas han afectado mi vida de maneras incalculables.
¿Pero saben? Todos nosotros, quienes luchamos día a día con nuestra mente, somos unos combatientes incansables. Porque aunque hay un montón de días demasiado malos, también hay días en los que pareces estar curado.
Así que, sin temor a equivocarme: ansiosos y depresivos somos unos guerreros porque, si bien es difícil luchar contra las demás personas, es más difícil luchar contra tu propia mente. Esa mente que se encarga de ponerte mil escenarios fatales y solo uno bueno. Esa mente que te dice que nadie te necesita, que nadie te valora. Esa mente que te dice que siempre estarás solo, que todos están contigo por lástima.
Chicos(as)... abracen su persona. Acepten quienes son. El amor propio es importante. Al final, cuando nadie esté, nosotros mismos seremos nuestra propia salvación.
Personalmente nunca me he sentido bien conmigo misma. Ni física ni emocionalmente. Veo a mis amigas y son todas unas súper modelos... y luego yo. Sin embargo, cada día por las mañanas, cuando estoy recién levantada, me veo al espejo y me digo a mí misma el magnífico Ser que soy. Porque si los demás no ven nuestra belleza, uno mismo debe verla.
¡Ánimo! ¡Siempre recuérdense lo maravillosos que son! ¡Crean lo increíbles y bellos que son! ¡Nunca se hagan menos! ¡Siempre véanse a los ojos, vean su reflejo, y díganse lo perfectos que son! ¡Porque sí nadie nos lo dice, uno mismo también puede quererse y decírselo a nuestro reflejo!
¡Sonrían! Las adversidades solo son un escalón más a la felicidad; solo son un escalón más a la tranquilidad.
¡Porque nunca han estado solos!¡Porque si necesitan hablar o solo que alguien los lea, aquí estoy! ¡Nadie debería sentirse solo ni mucho menos estarlo! ¡Los quiero! ¡Los admiro! ¡Son los mejores!
Feliz navidad,
–H.
