La hermana de Lavezzi (Lio Messi y tu)

Capitulo 15: Visita Sorpresa

Luego de una larga caminata, Emma no podía creer que no se hubiera cansado y el Kun no parecía dispuesto a parar el paseo. Mientras conversaban, Emma no pudo notar que estaban a escasa distancia del Cristo Redentor. Inmediatamente volteó la vista a el Kun y pudo observar que ambos tenían el mismo pensamiento.
Kun: Te advierto que no es nada fácil escalarlo
Emma: No me importa- dijo con una sonrisa que demostraba que estaba preparada para cualquier cosa.
Cuando estaban a mitad del trayecto, Emma se maldijo asi misma al ser tan estúpida de querer hacer lo que estaba haciendo ahora. El Kun se dió cuenta de que Emma tenía la respiración muy agitada por el esfuerzo.
Kun: Vení- dijo poniendo un brazo alrededdor de su cintura para conducirla a un costado, de manera de no bloquearle el paso a los turistas que iban pasando, pensó que lo mejor seria que se sentara para que recupere fuerzas y lo hizo.
Emma: Perdón, creí que podía hacerlo- dijo mientras tomaba una gatorade que le tendió el Kun
Kun: Nadie puede escalar el Cristo Redentor de una- dijo sentándose él también
Luego de descansar 10 minutos, se levantaron para seguir con lo que habían empesado. Al llegar, Emma quedo sorprendida con la vista, podía ver el estadio maracana, la playa de Copacabana, realmente el cansancio lo valía. Decidieron pasar la tarde ahí tomando mate, se tomaron fotos e hicieron una filmación del lugar. Emma se había quedado tan pendiente del panorama, que no pudo notar que el Kun le sacaba una foto. Para cuando volteo, ya era muy tarde.
Emma: Kun, borrala- dijo en tono amenazante
Kun: Que pena, ya la subí a Instagram- dijo con una sonrisa
Emma: Te voy a tirar del Cristo Redentor, ¿estás conciente de eso, no?
Kun: Pero mira que bonita que saliste- dijo en tono de inocencia,tendiéndole el celular
La verdad debía reconocer que era una linda foto, aparecía ella de perfil mirando al frente sonriendo y el Sol detrás de ella.
Cuando empezó a anochecer, decidieron tomar un taxy, ya que no querían arriesgarse a volver de noche. La bajada no fue tan dificil como la subida, lo cual alivio a Emma. Cuando llegaron a la calle, Emma pudo notar que el Kun en todo el viaje no se había quitado los anteojos de Sol ni la gorra. Ella por suerte no necesitaba camuflarse, ya que no era ninguna celebridad ni nada por el estilo. Luego de esperar 5 minutos, apareció un taxi vacio y se subieron. El viaje no había tardó mucho, por supuesto el tiempo de viajar en auto no era el mismo que ir a pie. Cuando llego al hotel, se despidió de el Kun para dirigirse a su habitación, de verdad necesitaba una buena siesta, estaba agotada. Al abrir la puerta de la habitación, le pareció un poco raro no encontrar a Magui, seguramente estaría con Gago. Cuando se pudo tender en su cama y sentir un hermoso sentimiento de relajación, su amiga abrió de repente la puerta del cuarto, lo que causo que Emma se sobresaltara. 
Emma: ¿Qué paso?- pregunto mientras se levantaba de su cama
Magui: Antonela...- dijo poniendose una mano en el pecho debido a la fatiga que le causo la corrida.
Emma: Primero respira, pensa bien lo que me queres contar y decimelo- le aconsejaba calmada mientras sentaba a Magui en su cama
Magui: Antonela esta en el comedor con Lio
Emma: ¿Qué?
Magui: Parece que Antonela quiso sorprender a Lio, y decidió venir a Brasil
Emma:¿Y Thiago?- pregunto confundida
Magui: Lo dejó con una niñera
Emma: Ah
Magui: Perdón, tenía que decirtelo
Emma: Esta bien, gracias- dijo con voz apagada- ¿y dónde estan todos?
Magui: En el comedor con Antonela y Lio
Emma: ¿Cómo reacciono Lio cuando vió a Antonela?- pregunto suavemente mientras miraba el suelo
Magui: Ehm- no estaba muy segura de si debía decirlo
Emma: Magui esta bien, solo quiero saberlo
Magui: Parecía bastante feliz- dijo mirando a la pared de enfrente.
Emma: ¿Te molesta si estoy sola un momento?
Magui: No- dijo mientras le daba un pequeño abrazo para luego marcharse
¿Por fin había obtenido lo que quería, no? Antonela y Lio estarían juntos de nuevo y ella ya no sería un estorbo para ese matrimonio. Pero le dolía, sentia como si no pudiera respirar, sentía un vacio en su corazón, sentía que su única oportunidad de ser feliz se había ido. Pero si realmente amaba a Lio, debía aprender a ser feliz con la felicidad de él. Como hizo la noche anterior, se vistió con ropa sencilla y de nuevo afrontaría la cruda realidad aunque ahora más rancia que la otra vez. La única diferencia era que esta vez se mostraria realmente feliz, a pesar de no fuera así.
Cuando bajo al comedor, hizo una saludo general y se sentó junto a Mascherano. No tardo en acostumbrarse al clima del ambiente e integrarse en las conversaciones y las risas. Emma pudo notar de reojo como Antonela le sonreía a Lio y ponía su mano alrededor de su cuello. No iba a torturarse a si misma, por eso decidió voltear rápidamente la mirada. Cuando les sirvieron el postre, Emma se percató de que Antonela la miraba mientras hablaba con Lio y que este le susurraba algo al oído.
Antonela: ¿Emma?- pregunto con vos tímida
Emma: ¿Sí?
Antonela: ¿Vos sos hermana de Pocho?
Emma: Si, ¿por?
Antonela: Porque nunca te escuché nombrar, contame un poco de vos
Emma: Ehm, a los 8 años me mude a España con mi papa y su novia, hace poco volví a la Argentina para estudiar psicología y creo que nada mas-dijo esbozando una pequeña sonrisa mientras se encojía de hombros
Antonela: ¿Y hace cuanto te interesa la psicología?
El resto de la noche, Antonela había platicado amablemente con Emma, esta última se sorprendió de lo agradable que era. Nunca le había caido mal, al contrario, pero con la situación que estaba viviendo, esperó encontrarse a una chica callada y seria. Era una chica hermosa y agradable, no pudo evitar pensar en que momento las cosas se descarrilaron y su matrimonio tomo el rumbo equivcado. Pero ahora las cosas habían vuelto a la normalidad, debía ponerse feliz por ellos.
Ahora que Antonela se había sumado al viaje, Lio tendría que compartir habitación con ella, y al ser un número par, Gago debió abandonar su habitación y compartir la de Mascherano. Emma hizo el recorrido para su habitación junto a Magui, aunque ninguna de las dos dijo nada, cuando llegaron al cuarto, su amiga decidió romper el silencio.
Magui: ¿Cómo estas?
Emma: Es una buena chica- fue lo único que dijo y luego se metió al baño para ponerse la pijama.