Epílogo

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Llegó la luz del amanecer y entró por los grandes ventanales del castillo. La vida seguía su curso y el castillo estaba como siempre, solo restando un sirviente, tan leal que haría todo por sus reyes, incluso matar. 

La princesa caminaba por uno de los pasillos del castillo, tarareando con felicidad y meciéndose  suavemente de un lado a otro. Definitivamente estaba feliz. Era un día perfecto luego de tan tormentosa noche y todo parecía tener un brillo diferente, una energía distinta y positiva. O quizás era ella misma, iluminando por donde pasaba. No era como si pusiera cuidado en eso de todos modos. 

Se acercó a la puerta del salón del trono y vio dos rostros conocidos custodiando la entrada, eran Peter y Stan. Ella frenó poco a poco viendo con atención a Peter, notando aquella venda que rodeaba su cabeza, y que era cubierta por el casco del uniforme. Suspiró y se acercó frente a él.

-¡Hey! - dijo haciendo reaccionar a ambos guardias. -Peter, ¿cómo te encuentras? Escuché que sufriste un buen golpe ayer- dijo y apuntó la venda en su cabeza.

-Oh, no se preocupe por eso, Alteza- respondió con una sonrisa el joven guardia. -El doctor ya me revisó y dijo que no hay de qué preocuparse. Puedo trabajar mientras sano. 

-Es bueno escuchar eso - posó su mano en el hombro del guardia. -Gracias por tu arduo trabajo. Sólo no te sobre esfuerces, ¿si? - pidió la princesa con su resplandeciente sonrisa. 

El guardia asintió un par de ocasiones y ella se alejó levemente de él, dirigiéndose a la puerta del salón. Tomó las perillas y empujó suavemente. 


El rey Frederick observaba aquel botón instalado bajo el trono, le parecía una herramienta muy útil para sus anuncios oficiales, no entendía cómo o cuándo lo colocó, pero había sido muy útil sin duda alguna. Miró la destrucción en el salón y sonrió de lado. Regresó la vista al trono. Quizás ese chico podía ayudarlo más en un futuro.

- ¿Te gustó? - dijo Rapunzel entrando al salón. Su sonrisa inundaba el lugar, realmente lucía como el sol. Radiante y cálida.
-Estupenda idea y gran detalle. Le agradeceré a tu amigo cuando le vea- dijo el rey y miró el cabello de su hija, el cabello que le había dado la flor Gota de Sol. Esa flor que habían robado. Suspiró con rudeza, pero sin molestia. -Oye, hija, respecto a la flor... - dijo él y su hija se estremeció. Él lo notó y suspiró. Habían pasado por demasiadas cosas últimamente, tal vez no era el momento. ¿Qué más da? Podía esperar un poco. -Hablaremos de eso en otra ocasión.


La princesa lo abrazó. La reina sonrió viendo la escena. En ese momento, el Capitán de la guardia real entró por la puerta con porte sereno. Raps soltó a su padre y miró al hombre. Luego de una reverencia, comenzó a hablar.
-Mi rey – dijo. –Ya me aseguré que el traidor esté en su celda de seguridad. No saldrá de allí sin importar nada.
-Bien – dijo el Rey. –Allí esperará hasta que pague su condena. Desobedeció mis órdenes, causó un caos e intentó dañar a un niño. No puedo perdonarle eso. Mantenlo vigilado.
-Sus deseos son órdenes, mi rey. 

El capitán dio otra reverencia y salió de la habitación

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En su habitación, Varian respiraba hondo, disfrutando la sensación de tranquilidad. Definitivamente estar al borde de la muerte le había hecho valorar cada instante. El Agua de la Vida y la Muerte no había sanado todas sus heridas y se sentía débil por la pérdida de sangre, aunque al menos su abdomen ya no se veía púrpura por las hemorragias internas. 

Sintió un escalofrío al pensar en ese líquido rojo, en su sangre brotando de su boca sin cuidado. No tenía idea cómo, pero había conseguido no ceder ante su hematofobia durante todo lo que le sucedió el día anterior. Suspiró al recordar que todo había acabado. Ruddiger se recostó a su lado y Varian le acarició. El pequeño mapache estaba cubierto de vendajes y se movía con dificultad, él también había resultado bastante herido el día anterior y él no había recibido ningún brebaje que le sanara. El animalito se quejaba suavemente al moverse, eso consternaba al chico, pero el mapache sonreía y ronroneaba sin importar su estado, estaba feliz de tener a su humano a su lado.

Lealtad Mortal  - Tangled The Serie FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora