22.- Lo merezco (*)

71.3K 4K 416
                                    

JACK

Estaba nervioso, que decir, me estaba muriendo del miedo. El chico que se encuentra frente a mí parece querer asesinarme, mantiene las manos hechas puños a los costados de su cuerpo y sé que quiere darme un buen golpe, no lo culpo. Si alguien tratase a mi hermana –Si la tuviera— Como yo traté a Montserrat probablemente estaría igual que él.

—¿Y bien? —inquiere Luke, si no mal recuerdo, a su hermana. —Estoy esperando una buena explicación Montserrat.

—Jack solamente quería hablar —responde Montse con nerviosismo—. Vino para aclarar las cosas.

— ¿Y lo perdonaste? —Inquiere girándose hacia ella. Aprovecho su movimiento para salir del pequeño baño y alejarme un poco, mientras más lejos mejor.

—Luke, por favor —comienza a hablar Montse—. Es el padre de mi hijo, de una u otra forma teníamos que hablar.

— ¿Ahora si es el padre? —Se gira para encararme. —Demasiado tarde imbécil ¿No crees? —inquiere acercándose unos cuantos pasos a donde me encuentro.

—Nunca es demasiado tarde —respondo—. Como ya le he explicado a Montserrat sé que fui un grandísimo imbécil pero ahora quiero hacer las cosas bien. Y por eso estoy aquí.

—Oh, sí. Y mi hermana es tan tonta como para perdonarte —reprocha mirando a Montse quien parece enojada ante las palabras de su hermano.

—No me vengas con eso Luke, te guste o no es el padre de mi bebé y tiene tanto derecho como yo de estar con su hijo. Hemos hablado, eso no significa que vayamos a tener una relación o vayamos a casarnos Luke, por Dios. —Montse se acerca hasta quedar a escasa distancia de su hermano—. Él solo quiere formar parte de la vida de su hijo y ni tú ni yo podemos negarle eso.

El chico suelta un suspiro, comienzo a sentirme tranquilo porque él luce más relajado por lo que me permito bajar la guardia.

Gran error.

Luke se gira y en un movimiento rápido ha estampado su puño contra mi mandíbula, el dolor se expande y no tengo tiempo de recomponerme cuando un segundo golpe es asestado directamente en mi estómago dejándome sin aire. Retrocedo chocando con un adorno y haciendo que caiga al piso, el cristal rompiéndose es lo único que escucho mientras intento recobrar el aliento.

— ¡Luke, no! —El grito aterrado de Montse llega hasta mis oídos, cierro los ojos con fuerza mientras intento recomponerme y ahogar el quejido de dolor que amenaza con salir de mis labios.

—Eso fue por haber hecho sufrir a mi hermana —pronuncia con enojo.

—Dios santo Jack ¿estás bien? —Montse se apresura a llegas hasta donde me encuentro, me recargo sobre la pared mientras me incorporo. El sabor a sangre se adueña de mi boca y estoy seguro que me ha roto el labio.

—Si —gimo plasmando una mueca mientras me incorporo completamente—. Creo que me lo merecía.

— ¿A caso estás loco? —chilla con enojo Montse encarando a su hermano—. Te dije perfectamente que no quería que hicieras algo como eso.

—Está bien nena, me lo merecía —pronuncio.

Montse tiene que ponerse entre nosotros cuando Luke hace el ademán de acercarse a mí nuevamente y yo me pego aún más a la pared en un inútil intento de alejarme.

—Vuelve a llamar a mi hermana de esa forma y con gusto puedo darte otro par de golpes —pronuncia con la mandíbula tensa.

Santo cielo ¿Tan protectores eran sus hermanos? ¿O solamente me odiaban demasiado?

Inesperado Amor ©||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora