43. Esta sí es una cita

66.3K 5.9K 3.3K
                                    


Stacy está tirada en su cama, hablándome de su ballet desde hace un buen rato. Mientras yo me arreglo para la cita.

Me he puesto una ropa cómoda y unos tenis, como me aconsejó Lucas. No sé qué clase de salida tiene planeada para nosotros, porque se mostró muy reservado al respecto, y eso hace que esté incluso más emocionada.

Me estoy arreglando el cabello delante del espejo, en un intento por hacerme una trenza, pero ninguna me gusta demasiado, así que las deshago y lo vuelvo a intentar reiteradas veces.

Consulto mi reloj. Ya hacen diez minutos desde que Lucas me escribió un mensaje diciendo que pasaría por mí enseguida, por lo que debe estar por llegar.

—¿Podrías ayudarme con esto? —le consulto a mi hermana, empezando a perder la paciencia, porque ya se está enredando mi cabello y no consigo hacerme el bendito arreglo.

Ella se acerca, observándome con una mirada curiosa. Se ubica detrás de mí y comienza a peinar mis mechones con cuidado.

—La quiero un poco suelta, pero no lo suficiente. Para que se note que me peiné —le explico, haciéndola reír—. ¿Crees que deba colocarle un moño, o ya sería demasiado?

Ella ignora mi pregunta, reemplazándola por otra.

—¿Estás segura de que vas a salir con una amiga? —insinúa, con una sonrisa—. Yo creo que Tadeo y tú se darán otra oportunidad.

—Ya te dije que sólo somos amigos —evito su mirada, que busca la mía a través del reflejo.

—¿Entonces vas a salir con otro chico? —se le ocurre, de repente—. ¡No me digas que la razón por la que terminaron fue porque lo estabas engañando!

Oh, no. Lo que me temía. ¡Y pensar que todo empezó para acallar los rumores y ahora, por culpa mía, mi amigo se arriesga a ser víctima de otros nuevos!

—No, Stacy. ¿Cómo puedes pensar eso? —le reprocho.

—Bueno, es que nunca te he visto tan nerviosa por una salida... Se nota que es importante para ti.

Sí, lo es. Y, a decir verdad, mi novio ya está empezando a retrasarse.

Busco evitar el interrogatorio de Stacy, para no seguir con el tema.

—¿Cómo van las cosas entre Bruno y tú?

Desde mi punto de vista, no la veo del todo emocionada. Ya no muestra esa sonrisita embobada cada vez que se escriben.

Ella se encoge de hombros.

—Sabes cómo es él... —contesta, un poco desanimada—. Quiere llevar las cosas demasiado rápido y le cuesta entender que aún no estoy lista para olvidar lo que me hizo.

Volteo y la aprieto en un cálido abrazo.

—¿Aún lo quieres? —le consulto, porque creo que eso es lo principal.

—Sí, pero me cuesta volver a confiar en él.

—Lo entiendo —me aparto un poco y me fijo en sus claros ojos vidriosos—. Y, si él te quiere, también tendrá que entenderte y esperar el tiempo que sea necesario.

Me muestra una sonrisa y asiente.

—Dice que me va a esperar. Pero la otra noche intentó besarme, no se lo permití y creo que se molestó un poco.

Ese Bruno nunca va a cambiar.

—Está bien, sólo tómate tu tiempo —le aconsejo.

Me alegra que ella le esté demostrando que no tendrá todo tan sencillo como lo tuvo las primeras veces.

Por culpa de un instante (Completa✔ y en físico 📚)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora