ᏙᎪᎷᏢᏆᎡᎬՏ💉(ᶠⁱˡˡⁱᵉ) 2a Parte

20

"Charla entre hermanos"

Narra Victoria

Habíamos rastreado pulgada a pulgada cada centímetro del bosque y ni rastro de Sadie. Lo que sí pudimos encontrar en el mugriento suelo del final del túnel de la biblioteca de la mansión fue la peluca pelirroja que obligamos a Millie que se pusiera, para integrarse más en la familia.

Y pensar que la habíamos acogido como una hermana, que la considerábamos una Blossom en formación y Sadie era mi hermana biológica, y sin duda nos había traicionado...pensar demasiado en aquello hacia que mi ira despertara y que mis ganas de encontrarlas y matarlas a sangre fría se hicieran más fuertes.

- Ya os lo he dicho,- insistí a mis padres - Sadie y Millie están en casa de los Wolfhard.

- Si vamos a ir a ese antro asqueroso lleno de pulgosos lobos, de paso - dijo Archiebald con una maléfica sonrisa - podríamos torturarlos.

Dacre bajó la mirada, apenado. Y no pude evitar tener la sensación de que aquí pasaba algo.
Cuando terminamos con nuestra reunión familiar fui con Dacre a un lugar más íntimo para "charlar".

- Oye hermanito...- intenté empezar a hablar con calma - cuando estábamos hablando de torturar a los Wolfhard, me he percatado de que has bajado la mirada...No será que tú y ellos os traeis algo entre vosotros...¿No?

- ¿Qué...? Yo jamás...- su tono de voz era muy fingido, y eso me hizo impacientarme.

- Estupendo. - sonreí, aunque detectaba cuando alguien me mentía, y noté que Dacre me estaba mintiendo en la cara - ¿Y has pensado ya cómo vas matar a Nancy?

Dacre se puso mucho más pálido de lo que ya estaba.

- ¿Por qué lo dices? - su voz sonaba temblorosa.

- No, simplemente había pensado en una divertida forma de asesinarla.- me acerqué a Dacre.

- ¿Có-cómo - tartamudeó - vas a matarla?

- Pues no sé...había pensado en atarla, rajar su bonita cara de zorra con un puñal y luego...

- ¡No!- chilló este.- Victoria, por favor, no le hagas nada.

- Ajá.- efectivamente, tenía razón. - ¡Has tenido una aventura con Nancy!- mi ira se desató -¡TRAIDOR!

- No se lo digas a nadie y por el amor de Dios...no le hagas nada.

Estuve a punto de matarlo en aquel instante, pero a mí perversa mente se le ocurrió algo mejor:

- Está bien. - se sorprendió al ver mi calmada reacción - Pero con una condición - sonreí maleficamente - cuando lleguemos a casa de los Wolfhard, tú tendrás que matarla, de la manera más cruel que se te ocurra.

- ¡NO, NO, NO POR FAVOR!- sollozó desesperado - ¡MATAME!

- Si que lo harás y entonces, esto quedará como una simple charla entre hermanos. - di media vuelta y le dejé allí solo, llorando desconsoladamente.