Amor Intempestivo

Capítulo 4.- Esperanza

Lan Wangji no era de los que se metía en la vida de los demás, pero, por el contrario, Wei Wuxian si. Durante los primeros años del conflicto entre Jiang Cheng y Jin GuangYao de frente le preguntó a Lan XiChen la razón de porqué si evidentemente tenía un cierto interés por su mejor amigo, nunca pareció tomar partido en su favor, o desde su posición como cercano de Jin GuangYao no intentó interceder. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa cuando oyó la respuesta, Lan XiChen le explicó que ambos desde un inicio le pidieron que no se entrometiera, pues él estaba en medio y si tomara partido definitivamente perdería a alguien. El primer hermano Lan estaba entre su mejor amigo y su interés amoroso. Ambos, por motivos distintos pidieron a Lan XiChen que no intercediera, pero a pesar de ello de forma sutil aun así lo hizo. Después de todo las visitas de los domingos, las llamadas telefónicas y que ahora se permitiera que Jin Ling fuera al instituto donde enseñaba Jiang Cheng (y también Lan XiChen) fue obra de él.

El domingo llegó rápidamente. Aunque no lo demostrara en las mañanas al encontrarse con su sobrino, Jiang Cheng cada domingo mantenía un comportamiento bastante ansioso, su horario de visita comenzaba a las nueve de la mañana, sin embargo, desde las siete él ya se encontraba listo y realizando cualquier actividad de mal humor en un intento vano por matar el tiempo, aquel día fue el turno de la televisión pagar por la ansiedad de Jiang Cheng. No le daba tregua al botón de cambio y se quejaba irrazonablemente porque seguían dando lo mismo dos minutos más tarde de haber revisado un mismo canal.

En el pasado ocurrió más de una ocasión en que Jiang Cheng se presentó antes de tiempo en la puerta de la propiedad Jin, tan solo treinta minutos antes, pero por motivos netamente de mala disposición y por hacer sentir a Jiang Cheng que él, Jin GuangYao tenía el poder, lo hacía esperar afuera. Discutió y trató de pelear contra la situación, pero una vez más, perdió.

Exactamente a las nueve menos cinco Jiang Cheng estaba llamando por el citófono de la residencia Jin, pero como era de esperarse, se le hizo esperar cada segundo hasta ser la hora exacta.

- Buen día señor Jiang, por favor entre, ya se ha anunciado su llegada. – dijo el portero mientras lo invitaba a ingresar.

- Ajá.

Cada domingo, cada semana exactamente la misma rutina y exageraciones, lo peor de todo era la humillación, ya ni siquiera esperaba que se lo pidieran, entraba y en la bandeja junto a la puerta vaciaba sus bolsillo, lo trataban como si fuese alguien peligroso, ahora se evitaba el escrutinio a su maletín y lo dejaba siempre en su auto, el resto de sus pertenencias como billetera, pañuelo y demás, esperaban en la charola hasta que se marchara.

Pasados todos los “procedimientos” Jiang Cheng esperaba sentado moviendo su rodilla incesante.

- ¡tío! – entró casi corriendo Jin Ling.

- A-Ling  - correspondió el llamado Jiang Cheng.

No cualquiera podría decirlo, pero Jiang Cheng estaba realmente feliz de verlo, el brillo en sus ojos quizás no acompañaba su duro gesto habitual que ni ahora había cambiado, pero sus ojos en ese momento eran distintos, expresivos. Se puso de pie y acaricio con un suave movimiento la cabeza de Jin Ling, el cual sonrió con un gesto absolutamente feliz, pero por reflejo, bajó su mirada algo avergonzado, únicamente con Lan SiZhui era algo más demostrativo, pero Jin GuangYao le había inculcado ser alguien protocolar, pero en extremo reservado.

- Tío, hay varias cosas que me gustaría hablar contigo – dijo mirándolo expectante.

Jiang Cheng y Jin Ling tenían que lidiar con respecto al fallo reciente de la tutela en la corte, pero no dejarían que a pesar de ser un agravante en sus vidas, aun así aquello empañara demasiado su tiempo de calidad juntos y por sobre todo, el día siguiente sería su primer día como alumno y profesor, tal vez sería solo una clase, ya que Jiang Cheng era el maestro de esgrima, pero eso ampliaría enormemente las posibilidades de pasar más tiempo juntos, como por ejemplo almorzar de vez en cuando juntos, horas libres y entre clases.