Capítulo 81 - Deprimido

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Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuve aquí. Me encuentro frente a un hospedaje, estoy de vuelta en Malkhut, la primera persona a la necesito convencer para que vengo conmigo es a Katherina, la hija del dueño, primero debo descansar.

"Bienvenido al bar Aeria." dijo una chica al entrar al bar, si mal no recuerdo su padre se llama Marco. Tuve que aguantar llamarla por su nombre, la había extrañado, el tiempo que viví aquí fue uno de los más satisfactorios de mi vida, aunque mi brazo explotó, creo ¿fue aquí? No importa, debo concentrarme.

"Buenos días, quisiera pedir la especialidad del día y alquilar un cuarto."

"No estamos alquilando habitaciones." me respondió ella.

"No hay problema. Ah, casi lo olvido, también la cerveza que le gusta preparar a Marco."

"¿Conoces a mi padre?"

Mierda.

"No, pero he escuchado que la cerveza que prepara es muy buena."

"Es verdad que el prepara cerveza, pero no la vende, por lo menos no todavía."

Piensa Odr, piensa.

"Oh, mmhhhh, ¡Aja! Puedo ver fragmentos del futuro, es una habilidad con la que nací!"

Los ojos verdes de la niña de mi edad estaban clavados en mí.

"Mentiroso." dijo finalmente.

"¿Katherina, pasa algo?" dijo Marco, bajando por unas escaleras.

Esto se está volviendo tedioso.

Usé magia para hacer dormir a ambos, sostuve a Katherina, Marco cayó por las escaleras. Pensé en llevarme solo a Katherina, no necesito a Marco, pero sería justo para ellos, técnicamente los estoy raptando, o mejor dicho los estoy raptando. En fin, los hice levitar con magia y los teletransporté de vuelta a la mansión, Carl estaba ahí por coincidencia.

"¿Julius? ¿Qué haces con esas personas? ¿Quiénes son?¿Qué has hecho?"

"Es complicado explicarlo en ese momento, toma." le dije dándole una carta. Raptar a los candidatos siempre fué una opción, pero es mejor si le dejo los detalles a Carl, en la carta le explicaba que la gente que trajera iba a pasar dos días dormida y que los tratara bien, además le expliqué que había descubierto que habría una calamidad que destruiría el mundo en unos años y necesitaria gente hábil.

Me teletransporté de vuelta, descansé medio día hasta recuperar todo mi mana y decidí teletransportar algo más, todo el bar Aeria a un terreno vacío cerca de la Academia. Siendo totalmente sincero no encajaba, Malkhut no es una ciudad avanzada y Aeria no es un bar que podría mantenerse en la capital de este reino, pero bueno, lo hecho hecho está.

Volví a la mansión y le dejé más cartas a Carl, cuando lo ví reconocí su expresión de tener dolor de cabeza, seguramente se había enterado de lo que hice en la capital, obviamente no le habían dicho que fui yo el que causó la destrucción de la Iglesia, pero tampoco era muy difícil de adivinar para alguien que me había visto crecer. Espero que me perdone por los asesinatos, ah, verdad que también me encargué de que los niños cuyas familias no podían ser encontradas tras la calamidad que le cayó a la Iglesia fueran enviadas a un orfanato que estaba financiado por mi. Originalmente el orfanato lo había preparado por alguien a quien también voy a traer al reino. Supongo que lo voy a traer ahora, pero primero creo que voy a tomar comprar unas cuantas cosas.

"Oder, espera." dijo Carl.

"Perdón, estoy ocupado."

"No me puedes dejar con todas estas personas, escuché que van a traer a un grupo de huerfanos, por fa..."

Me teletransporté a una tienda de postres en la ciudad, perdón Carl.

"Mamá, ¿por qué ese niño está riendo cómo un loco?"

"No lo mires."

Mi autoestima disminuyó un poco, creo que de paso debo buscar a un psicólogo.

Reencarnación en un Mundo de FantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora