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Sintió como los hombros se tensaban y su mirada cambiaba, vio los ojos verdes del chico pelinegro, intentando describir su emoción en ese momento pero fallando al instante, luego escucho una risa nerviosa de él.

—Eso es imposible, el amor no puede ser así de fácil.

—Lo sé, pero yo soy diferente a los demás.

—¿Por qué?

—Porque soy yo.

—No seas tonto, dame una explicación.

—No puedo explicarlo pero sí demostrarlo.—Comentó acercándose a él lentamente, mirando los labios ajenos, que estaban entreabiertos, secos, luego miro los ojos verdes soltando un ligero jadeo por el acercamiento, sus labios apenas se rozaban, se conectaban, como si se hubiesen estado buscando desde hace años y entonces, lo beso a la vez que cerraba sus ojos mostrando sus hermosas pestañas rubias.

Con los ojos abiertos, Harry no pudo contener el aire, no era un beso como antes, era como una necesidad de hacerlo, era simplemente distinto a tener sexo, como antes que se besaban ferozmente, era diferente porque, sabían que se necesitaban pero también se tomaban el tiempo para disfrutarlo y sentirse conectados, para sentirse unidos como compañeros.

Y eso dejó impresionado a Harry, vio como comenzaba a mostrar sus hermosos ojos plateados y por fin dejó salir el jadeo que tanto se estaba aguantando.

—Wow....—Fue lo único que pudo articular después del beso haciendo estallar en carcajadas al contrario, pero esta vez no se fijó en su risa, sino en cómo se curvaban los labios rosas, en como sus ojos se entrecerraban y sus hombros dejaban de estar tensos.

Fue en ese momento que lo supo, que aquel chico era un peligro y aún así, no le importó.

—¿Ya vez? Te lo dije.

Y Justo en ese momento quería tomarlo con todas sus fuerzas pero no podía hacerlo, incluso temblaba.

—¿Te encuentras bien?

Lo escuchó hablar, se levanto, acomodo su ropa y se fue del lugar dejando a un pobre rubio angustiado y con el orgullo herido.

Killer QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora