Complaciendo a la Jikook shipper

Material Extra 3

- Mmm, hyung, estás muy distraído... - dice Jungkook separando su boca de la hinchada polla de Jimin un momento.

- P-perdón... - responde el rubio acariciando su cabello, sintiendo aun los cosquilleos provocados por el menor - Es que... estaba pensando en... nada, olvídalo.

- Yah, ¿piensas en otra cosa mientras te hago una mamada? - suelta JK ofendido poniéndose de pie - Me parece una falta de respeto.

Era la tarde del último día en que estarían en la casa y todos dormían sus siestas. Pero Jungkook, que se cachondió viendo videos sexys de Jimin, fue a buscarlo, lo encerró en su habitación y sin preguntarle nada, le quitó la ropa y comenzó a hacerle un delicioso oral.

- ¡No es lo que crees! - dice Jimin tomando su mano y sentándolo en su regazo -. Perdóname, bebé, ¿sí? - le pide dejando un dulce beso en sus labios.

- No sé... estás raro desde esta mañana - dice Jungkook acurrucándose en el cuerpo de Jimin - ¿Qué pasa, Jiminie?

¿Debería decirle?

¡Todo por culpa de la stalker!

Después de leer su petición, Jimin simplemente le respondió un "voy a pensarlo" y desde entonces que no vuelven a hablar.

No sabía si era apropiado.

No sabía si Jungkook querría que sucediera.

Pero no quería arruinar su viaje.

Así que había tomado la decisión de preguntarle el último día que estuviesen en Tokyo.

- No es nada, Jungkook-ah.

- Mmmm, estás ocultándome algo - dice Kook mirándolo suspicaz -. Acaso... ¿te arrepentiste de viajar conmigo? - se atreve a preguntar con preocupación.

- ¡Claro que no! - responde Jimin de inmediato, tomando sus mejillas - ¡Planeé este viaje siempre pensando en ti, bebé, en nosotros!

- ¿De verdad? - pregunta Jungkook con un puchero.

- ¡Sí! ¡Incluso antes de que tú y yo... - responde Jimin algo ruborizado al ser consciente en cómo estaban ahora, totalmente acaramelados - bueno... antes de que tú y yo... ya sabes...

- ¿Antes de que nos pegáramos como sanguijuelas y compartiéramos toda clase de fluidos? - pregunta Jungkook sonriendo.

Jimin se ríe por las ocurrencias del menor.

-  Sí, antes del intercambio de fluidos - le responde y deja un beso en su boca - Esto es especial, bebé. Para los dos.

Exacto.

No debía dejar que otra persona arruinara su momento especial.

Porque esos días a solas serían maravillosos.

Y nada ni nadie lo impediría.

- Más te vale... - dice JK al filo de sus labios y luego literalmente le come la boca a Jimin.

Los dos se besaban apasionadamente intentando no hacer mucho ruido. Si bien las habitaciones estaban alejadas entre sí, siempre era mejor ser precavidos.

Entre tanto beso lujurioso, la ropa fue desapareciendo con facilidad y sus erecciones comenzaron a  molestar, así que decidieron ayudarse mutuamente.

Así, comenzaron a masturbarse el uno al otro, de manera intensa, escondiendo sus gemidos en la boca contraria.

El martilleo incesante de sus corazones y el cosquilleo en sus partes bajas les avisaron que pronto llegarían al clímax.