50 - VENGANZA

109 16 17
                                    

—Sal de tu agujero, Henry —grita Drogo —. No te tenemos miedo.

—¿En serio? —pregunta saliendo de entre las sombras divertido —. Siendo que conoces mi nombre, deberías estar temblando ya.

—Ya ves que no es así —responde Drogo tranquilo. Henry le mira sorprendido.

—No siento tu aura. Parece que tienes algo que ocultar —comenta mientras se pasea por la sala —. Dime. ¿Quién eres?

—Tu peor pesadilla —contesta Drogo con una irónica sonrisa —. Ahora, si nos das el libro, nos marcharemos y te dejaremos en paz.

Henry estalla en una carcajada. Se vuelve hacia nosotros y nos mira divertido.

—Tienes agallas, chaval —le dice —. Me has caído bien y, por eso, te voy a proponer un trato. Yo te doy el libro y tú me das a la bruja. Justo, ¿no?

Un escalofrío recorre mi espalda. Drogo se da cuenta y aprieta mi mano con fuerza.

—¿Así que ese es tu juego? —pregunta intrigado —. Robar libros de las sombras para atraer brujas a tu guarida.

—Astuto, ¿no? —responde orgulloso —. En realidad lo encontré por casualidad y se me ocurrió el plan. Como ves, ha funcionado a la perfección. Ahora déjate de tonterías y dame mi recompensa —continúa acercándose a nosotros con los brazos abiertos.

—Por encima de mi cadáver.

Drogo me echa hacia atrás y, transformado, se encara a Henry daga en mano. Comienza una pelea brutal entre ellos. Intento pensar en alguna manera de ayudarle, pero es muy complicado. Los dos son demasiado rápidos y, si lanzo un ataque, no estoy segura de que no vaya a darle a mi vampiro.

En un momento dado, salen ambos disparados, cada uno hacia un lado. Caen los dos al suelo de pie, apoyándose en una mano, en una actitud felina. Ver eso me impresiona.

—Tú no eres un vampiro cualquiera —dice Henry sorprendido —.¿Quién eres? Dime tu nombre. Te lo exijo.

Drogo le mira con una gran sonrisa de satisfacción en su rostro.

—No eres quién para exigirme nada, pero ya que insistes. —Hace una pausa para dar más intensidad al momento. —¡Na! —salta de pronto con su irónica sonrisa —. Es más divertido que lo adivines, «tío» Henry. ¿No te parece?

El escuchar la palabra «tío» le deja mudo por un momento. Enseguida se echa a reír.

—¿Drogo? ¿En serio? —Mi vampiro sonríe satisfecho. —Vaya... Esto se está poniendo interesante. No sólo voy a cenar bruja sino que, además, me voy a librar de ti. ¡Y yo que pensaba que el día no podía mejorar!

—No cantes victoria tan pronto —le indica Drogo lanzándose hacia él.

Se reanuda la pelea, pero esta vez es más brutal, como si antes solamente hubieran estado jugando o poniéndose a prueba. Ahora puedo sentir la gran cantidad de poder que emana de los dos. Digo sentir, porque me es imposible ver nada. Pelean a tal velocidad, que lo único que perciben mis ojos son dos sombras en movimiento. Ahora mismo sería incapaz de distinguir quién es quién.

Permanezco estática en mi sitio, sujetando la daga con fuerza con las dos manos, completamente alerta. La lucha parece muy igualada y, aunque confío en Drogo con todas mis fuerzas, sólo deseo que salga bien de ésta.

Una sombra sale disparada hacia la pared. Miro hacia allí y no puedo creer lo que veo. Es Drogo. Henry le ha noqueado.

Corro hacia él desesperada, intentando contener las lágrimas. Debo ayudarle como sea.

DC IV: LA FUERZA DEL DESTINO √Where stories live. Discover now