"Creer."

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Un mensaje lo despertó por la mañana. <Louis, no vengas hoy. Al final iremos con Alan a la fiesta. Luego te llamo y te explico. Miriam.>.

Cerró el mensaje y estiró todo su cuerpo, no sabia si seguir durmiendo o levantarse a tomar un desayuno.

"Buen día" Escuchó de pronto la voz de Harry pero esta vez su silueta se hizo presente en el marco de la puerta.

—¿Cómo sabes cuando despierto? ¿Acaso me miras mientras duermo? -cuestionó con los ojos entreabiertos.

—Tengo una alarma que me avisa cuando despiertas y vengo corriendo a desearte un buen día.

Louis se río por la manera en que Harry hablaba, sonaba divertido.

—Louis, no salgas de tu cama.

—¿Por qué no?

—¿Puedo acostarme a tu lado?

—¿Eso es posible?

—¿Por qué no?

—¿Por qué hacemos tantas preguntas?

—¿Lo sé?

—¿Vendrás sí o no?

—¿Sí?.. Sí.

Se acercó a su cama sin romper la conexión visual y se acostó a su lado sin necesidad de levantar las sabanas, básicamente las atravesó y Louis se sorprendió.

—Me encanta cuando me miras -confesó el niñero.

Harry se ve cada día más pálido pero aún tiene brillo en sus ojos y Louis desea con fuerza que nunca se acabe ese brillo, ya que de algún modo lo mantiene vivo.

El timbre sonó.

 "¿Quién será a esta hora?" se cuestionó en voz baja por los pasillos.

—Austin. -murmuró abriendo la puerta.

—Louis, ¿tienes tiempo? -habló muy rápido.

—Sí, pasa -le contestó invitandolo a que entrara.

—Queria pedirte perdón por lo sucedido la última vez que nos vimos.

—Esta bien, Austin.

—Creí que estabas enojado hermano -le dijo posando su mano en el hombro.

—¡No podría enojarme con mi mejor amigo! -exclamó pegandole en el pecho y así comenzó una pelea en juego terminando en el sillón.

Reían a carcajadas hasta quedarse sin respiración. Se separaron y Austin no dejaba de reír, no podía recuperarse a su estado normal.

Louis recordó cuando eran pequeños y jugaban por horas. En verdad extrañaba tanto esto.

—Quiero contarte algo sobre el chico que te mencioné la otra vez.. -le comentó cuando Austin ya no reía.

—¡Te dije que no te creo!.

—Sé que te he hecho bromas durante toda nuestra infancia, pero ahora estoy hablando en serio.

—Louis, deja de decir estupideces.

—¿Austin eres mi amigo?

—Claro. -contestó aún sin mirarlo a los ojos.

—¿Y por qué no me crees? -cuestionó buscando su mirada.

—No voy a creerte hasta que tenga la oportunidad de verlo.

Louis no queria obligar a su mejor amigo a creer a las fuerzas pero comenzaba a molestarle que lo llame estupido y loco. No queria mas eso.

—Lo llamo ahora mismo. -le dijo decidido.

—Ay no, tengo miedo Lou. -le dijo entre risas.

—Te cerraré el maldito trasero ¡Ya verás!.

Louis corrió a toda prisa hasta su habitación. Llamaba a Harry por todas partes y éste salió del baño.

—Necesitas una baño mas grande ¿No crees?. 

—Harry..

—¿Por qué cambiaste las cortinas?.

—Harry..

—Tu cama es tan cómoda.

—¿Qué pasa contigo? -le frenó de golpe. Harry no dejaba de decir cosas sin sentido.

—No quiero que Austin me vea. 

—Oh.. grite mucho. -sonaba avergonzado. —¿Y por qué no quieres que te vea?.

—Sé exactamente lo que va a suceder, se va a esplomar en el piso después de verme, quedará inconciente y abrirá los ojos dos horas después.

—Pero no hay otra manera de que Austin crea en mi.

Harry meditó la propuesta unos minutos.

—Esta bien, vamos -le dijo suspirando.

Caminaron por los pasillos en dirección de la sala.

Harry sabia que no era lo correcto pero no podia decirle que 'No'. 

Austin se encontraba de espaldas mirando la televisión.

Louis lo llamó y giró la cabeza sobre su hombro.

Austin y Harry conectaron las miradas y sucedió lo que habia imaginado.

Un "No puede ser" salió de sus labios mientras caía inconciente al piso. "Te lo dije" fue lo único que a Harry se le ocurrió decir.

Por suerte no pasaron dos horas, Austin abrió los ojos a los pocos minutos. Volvió a ver a Harry y no emitió ninguna palabra; se levantó del sillón, lo observaba de pie a cabeza y el volumen de la televisión era lo único que se podia oír en la sala.

—Te creo, Louis -le susurró con un poco de miedo.

¿Y que pasó después? Lo que menos imaginaba.

Su mejor amigo y Harry mantuvieron conversaciones interesantes y él solo observaba.

Por un momento se sintió invisible, como si no estuviera con ellos, pero no le importó sentirse así porque finalmente Austin creía en él y Harry..

Harry se veía muy feliz.

Mientras duermes | Larry Stylinson •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora