Separar el agua del hielo. | Navia, Lydery, Ultear x Gray

Capítulo 11. ¿Acuario?

-- ¡Juvia! --

Era un llamado, en cuestión de segundos la tranquilidad se había esfumado. Juvia logró esquivar el ataque, pero fue tan solo por un lapso corto.

-- ¡Cuidado! -- Parecía ser que todo era en contra de la peli-azul, cosa que no paso desapercibida por Natsu quien cubrió a Juvia en ese último instante. -- ¿Quien eres? -- Pregunto amenazante el joven peli-rosa.

-- ¡Natsu! -- Fue un movimiento algo brusco, pero había logrado que su compañero no hubiera salido herido, aunque si empapado de agua.

-- Eres muy divertida Juvia. Aunque no tan linda como Lucy. ¿Te gustaría jugar un poco? -- Habló una voz a la lejanía, tras esa capucha había una persona desconocída, mas su vos creia haber escuchado antes. -- ¿No me reconoces verdad?, jaja no te preocupes, yo soy... --

-- ¡Cállate! --

-- No te metas. -- Natsu fue directamente detenido con una gran ola de agua. Antiguamente los ataques eran de arena; sin embargo, eso indicaba que aquella chica no se hayaba sola. -- Solo quiero jugar con mi querida amiga. -- Tras esas palabras la mujer tomo impulso y se dirigió a Juvia con la intención de atacarle. El mismo movimiento genero una rafaga de viento que despojo tal figura de su capucha dejando a la vista una cabellera azul y un rostro muy conocido.

-- ¿Acuario? -- Su sorpresa realmente fue bastante, fue tanta que nisiquiera logró esquivar. Calló al suelo detonando la risa de su contraria, el golpe que Juvia había recibido no fue directamente doloroso; sin embargo, le había causado ciertas heridas en el abdomen. Un suceso extraño.

-- Estás en lo correcto. -- El enemigo era alguien que se supone ya no podía estar ahí, también presentaba diferencias pues poseía piernas en vez de su característica cola de sirena. -- Pero, no vengo para platicar. Necesitamos llevarte con nosotros. --

-- Juvia no comprende porque. -- La peliazul aún no salía del transe, todo era algo sin sentido.

-- Te necesitamos. -- Una voz masculina se unió a la conversación.

-- Es lamentable, pero es verdad. --

-- Juvia no comprende, entonces porque la atacaron. Eso no era ne... -- Una punzada de dolor le hizo detenerse.

-- Por si te negabas, te llevaríamos a la fuerza. -- Explicó Acuario quien parecía bastante tranquila. -- Lo siento mucho Juvia, pero era necesario hacerlo. No queríamos hacerte daño. --

-- Juv... -- La siguiente frase no pudo ser terminada, pues un punzante dolor comenzó a invadir a la peliazul.

Acuario miraba con atención, sólo buscaba una sola respuesta y no pararía de torturar hasta escuchar lo que deseaba oír. -- Acepta ir con nosotros. --

-- No te conviene resistirse. Cada vez que lo haces o preguntas indeseadas, una herida más aparece en tu cuerpo. --

-- Llegará un punto en que estarás tan débil que será fácil llevarte con nosotros. -- Acuario finalmente mostró una gran sonrisa. Una un tanto ¿Maligna?, a los ojos de Juvia aquel espíritu celestial había cambiado bastante. Tal vez todo su pasado, su pequeña amistad formada se trataba de un sueño o simplemente Acuario nunca le consideró como un amiga.

-- ¡Juvia! ¡Natsu! --

- Gray, Meredy ¿Qué hacen aquí? - Juvia miro hacia la distancia dos siluetas y tras eso terminó por caer al suelo, con una ilusión enfrente de ella. Su respiración estaba muy agitada, parecía realmente agotada. Por otra parte las siluetas que antiguamente habían aparecido desaparecieron sin dejar rastro alguno. Sus planes habían fallado ante la llegada del resto del equipo.

- ¡Juvia! ¿Qué te han hecho?, despierta. - Natsu quien por alguna razón se vayan a con diversas heridas corrió en rescate de su amiga. Tomandola por los hombros comenzó a sacudirla, buscando que despertara.

Mirajane miro con bastante preocupación la escena ante sus ojos, Juvia no se veía nada bien y Natsu poseía heridas que era leves pero necesitaban tratamiento. - ¿Qué sucedió? - Preguntó con una muy notable preocupación por ambos de sus amigos.

- Fuimos atacados por seres misteriosos. Se parecían a Acuario y Escorpión, pero su olor era muy diferente. - Explicó el dragón slayer, poco después de ello cargo a Juvia sobre sus brazos.

- Y ¿Dónde están? - Preguntó Lucy confundida y con cierto dolor escrito en su mirada. Hace mucho tiempo que simplemente ya no pudo utilizar su magia, había sido uno de los precios a pagar durante la gran guerra. - No logro notar rastro de ellos. -

- Lucy. - Mirajane pronunció en un susurro, de tan solo escuchar esas palabras su corazón se volvía débil. Después de ello los ojos de la Maga de agua volvieron a abrirse, en ese instante se sentía muy débil, pero lo que menos deseaba era que alguien más se desanimara por lo que con gran esfuerzo, sus labios comenzaron a moverse captando la atención de la ex Maga celestial y Natsu.

- Juvia lo siente mucho, Lucy... No logre nada, ellos tan sólo desaparecieron. - La peliazul habló con bastante esfuerzo, siendo escuchada perfectamente por los ahí presentes. Una sonrisa se formó en el rostro de la rubia, no existía la necesidad de una disculpa.

- Dame a la chica. - De la nada exclamó una voz madura, a lo que Natsu miro con cierta confusión.

- ¡¿Qué?! -

Laxus exhalo realmente fastidiado. Que sus compañeros de misión estuvieran en ese estado los colocaba en una situación riesgos. - Yo me encargaré de ella. -

- Yo puedo curarla. - Contestó de inmediato.

- Entonces continuemos no hay tiempo que perder. - Añadió el rubio, después de todo en ese instante lo que menos se podría desear era una discusión sin sentido. Finalmente el tomo la delantera seguido de Mirajane y Lucy.

- Muchas gracias, Natsu. - Comentó débilmente la chica que se encontraba lastimada. - Juvia lo siente mucho, tantos problemas por su culpa y ustedes se ven implicados, no es justo. -

Ante las palabras de Lockser Natsu le dedicó una sonrisa, una llena de comprensión llena de alivio, una muy diferente a la de acuario. - No hay problema alguno, sabes que te ayudamos con mucho gusto; así que descansa Juvia, lo necesitas. - De esa manera Natsu con Juvia en brazos comenzó a seguir a su equipo, debían de llegar a un lugar cercano, pues ninguno de los integrantes de tal equipo poseían una magia capaz de curar. Era importante mantener a Juvia a salvo, fuera quien fuera el enemigo.

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