Capitulo 21

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Ajeno a todo lo que pasaba en el exterior se encontraba un rubio entusiasmado con la idea de que Hermione compartiría sus mismos sentimientos y con ganas de salir y comerse el mundo a su lado. Lejos estaba de imaginarse del terrible momento que había vivido su castaña y de lo mal que seguía sintiéndose ahora. Como se tomaria Draco el dia en que Hermione le cuente lo que ha pasado, el podría soportarlo para poder asumirlo y después superarlo, desde luego no iba a ser un plato de buen gusto, su reacción con Ron seria terrible.

Hermione andaba perdida por las calles de Londres muggles sin rumbo fijo, ese dolor le quemaba deseaba gritar al mundo el porque de esa humillación, que gran mal hizo para que los dioses la habían castigado de esa manera, la había costado tanto superar ese trauma, nunca se había podido volver a acercar a ningún chico, Draco fue el único que consiguio derribar esa barrera, con el de alguna manera se sentía protegida tenia la certeza de que el nunca la lastimaría, pero tenia miedo, miedo al dia en que se entere y vea su reacción, que la repudiara, que no se merecedora de el o que la utilizara y luego la abandonara. En su mente pasaban muchas cosas cada una mas pero que la otra, porque tuvo que volvérselo a encontrar, porque el tuvo que mirarla con esa mirada lasciva y sucia, porque se sintió  nueva mente indefensa ante él, ese temor volvió a crecer en su pecho ahogándola en la soledad y la desesperación. Que injusta era la vida, ella que siempre lo había considerado una de las mejores personas que se habían cruzado en su vida resulto ser un verdugo de los peores, arruinándole la vida. Pero ella no quería flaquear mas, no quería acobardarse en frente a el, no volveria a permitir que se burlara de ella ni que la intimidara mas, además ahora tenia la ayuda y la protección de su amigo Harry que  no la dejaría sola y la ayudaría a afrontarlo, si, eso es lo que tenia que hacer luchar por ser feliz con el único hombre que su corazón le a abierto las puertas para que entrara.

Consiguió enderezarse y fijarse donde se encontraba, estaba en un parque, cogió fuerzas y se desapareció para aparecer en el apartamento.

Harry al fin entraba a casa, había sido un dia largo y todavia estaba nervioso por lo ocurrido, encontró la cena preparada y a su novia esperándole, solo al verla se lanzo a sus brazos, no pudo imaginarse que haría si a Pansy un dia algún mal nacido abusara de ella.

-        Cariño te encuentrs bien? -pregunto Pansy.

-        Si, solo que te echaba de menos -le contesto Harry dándole un beso.

-        Yo también, que tal el dia?

-        Regular -dijo Harry, quería compartir con su novia lo ocurrido pero recordó la promesa que le hizo a Hermione además ella cuando se sienta preparada lo hara -mucho trabajo cariño y tu que tal?

-        Bien aunque hoy he visto algo rara a Hermione.

-        Porque lo dices? -pregunto alarmado Harry.

-        No se, te acuerdas que te dije que hoy iríamos a visitar a Narcissa.

-        Si que paso? -pregunto Harry temiendose alguna mala reacción de Hermione, Pansy le conto todo lo ocurrido dejando a Harry preocupado.

-        Como que se desapareció? A donde fue?

-        No lo se Harry, tanto Narcissa como yo no pudimos hacer nada, no se donde andara…

-        Tu sabes donde vive verdad? -pregunto nerviosos Harry.

-        Si.

-        Levantate vamos a ir a ver si esta ahí para quedarme tranquilo.

-        Harry entonces tu sabes que la pasa verdad? -le pregunto su novia.

-        No  te pudo decir nada cariño, lo siento de veras, ella cuando lo considere oportuno os dira lo que le pasa, pero por favor no la presiones.

-        De acuerdo Harry, no insistiré, pero vamos a ver si esta en su casa asi yo también me quedare tranquila.

-        Si vamos -se agarraron de la mano y desaparecieron para apareserce en el apartamento.

Hermione se encontraba preparándose una tila, casi le da algo al escuchar el chasquido de la aparición de sus amigos y a Harry gritando su nombre.

-        HERMIONE!!! HERMIONE ESTAS EN CASA? -chillaba el moreno.

-         Estoy aquí Harry -salio Hermione de la cocina y se encontró a la pareja parda en el salón, Harry corrió hacia ella y la abrazo.

-        Estas bien, que te paso antes? -preguntaba Harry zarandeándola de los brazos.

-        Estoy bien Harry de verdad…

-        Hermione que susto nos diste a Narcissa y a mi, te encuentras bien amiga?

-        Si chicos de verdad que estoy bien, no deberíais haberos molestado en venir.

-        No digas eso eres nuestra amiga y los dos estábamos preocupados por ti -le dijo Pansy.

-        Pues ya ven que estoy bien, ya puedes irse parejita .dijo Hermione forzando una sonrisa para que sus amigos se fueran tranquilos.

-        Seguro que estas bien verdad Herms? -insistio una vez mas el moreno.

-        Que si, de verdad gracias.

-        Bueno nos vamos cualquier cosa que necesite snos avisas -dijo Harry y acto seguido se despidieron y desaparecieron.

Ya sola Hermione se sento un rato en el salón y cogió un libro hasta que escucho el picoteo de una lechuza en la ventana, la reconoció era de Narcissa. Abrió la ventana y la dejo entrar, llevaba una carta atada en su pata. Hermione cogió la carta y comenzó a leerla.

Querida Hermione:

Te escribo esta carta porque me quede muy preocupada por ti, no se que te ha pasado peor me gustaría que supieras que puedes confiar en mi, me gustaría que vieras en mi como una segunda madre que sabra apoyarte y aconsejarte en todo lo que necesites. No puedo evitar decirte que en este tiempo te he cogido un gran aprecio y deseo que sea mutuo.

Por favor contestame si no es mucho pedir para que yo me quede tranquila sabiendo que estas bien.

Un beso de Narcissa.

A Hermione le conmevio esa carta, en verdad ella también le había cogido un gran aprecio, de algún modo le inspiraba confianza asi que decidió que por lo menos debería contestarle a la carta para pedir disculpas por su comportamiento y agradecerle su apoyo.

En la mansión Malfoy se encontraba inquieta Narcissa, cada dos por tres miraba por la ventana por si llegaba la carta de Hermione, necesitaba saber que estaba bien y en una de esas miradas por la ventana diviso su lechuza que venia hacia ella con una contestación.

Rápidamente abrió la carta y leyó:

 

Hola Narcissa:

Lo primero quería pedirte disculpas por mi comportamiento, lamento haberte preocupado. Gracias por brindarme tu apoyo y dejame decirte que yo también te he cogido un gran aprecio, espero que entiendas que ahora no quiera hablar del tema, te prometo que cuando me sienta preparada te lo contare personalmente.

Un abrazo de Hermione.

La carcel del amorWhere stories live. Discover now