El chico del ascensor

55

—Dame un beso.

—No.

—Dame un beshito. —Pido de nuevo estirando mis labios en su dirección.

—No.

—Tu quieres darme un beso.

Me da un beso... en el hombro.

—En los labios no en el hombro.

—Ahhh, no.

—¡Ashton dame mi jodido beso! —Pido en falso tono enojado sobresaltandolo.

—Linda, son las cuatro de la mañana y estás borracha, solo duerme. —Pide volviendo a acomodarme en la cama.

No estoy borracha en realidad, no sé por qué lo supone cuando estoy en todos mis sentidos.

—Pero, solo te estoy pidiendo un beso. —Susurro y aparto la mirada sintiendo un nudo en la garganta.

Momento sentimental presente.

—¿Qué te cuesta darme un beshito? —Pregunto cruzando los brazos mientras siento mis ojos humedecer. —Eres mi novio, se supone te guste darme besitos.

Lo miro y él rueda los ojos divertido lo cual me hace molestar.

Ashton

Puede que ella no esté completamente borracha pero si un poco, me parece algo tierna, solo algo.

—¿Ya no me quieres? ¿Es eso? —Pregunta y veo su labio inferior temblar levemente.

—Por supuesto que te quiero belleza.

—Entonces. Dame. Mi. Beso. —Dice de forma lenta y cortada estirando de nuevo sus labios.

Me estoy conteniendo de darle un beso porque cuando estábamos bailando y le di un beso ella quería mucho más que un beso y yo no quería eso.

No era el lugar indicado y no quiero que sea con ella borracha, o bueno, medio borracha. Solo quiero que esté más consciente.

—Amor. —Hablo casi en súplica mientras que ella no deja de tener sus labios estirados.

Ya que, un beso no hace daño a nadie.