El chico del ascensor

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Este departamento es simplemente perfecto, tiene dos piezas siendo la principal la más grande y ademas acompañada de un baño con bañera, hay otro baño en el pasillo y el recibidor es lo suficientemente grande para meter una sala en L y un comedor de seis lugares; la cocina tiene una isla blanca y muchos estantes para meter cosas.

Es hermoso y lo suficiente grande para solo nosotros dos, ademas de estar en el centro de la ciudad y lo suficientemente cerca de ambos trabajos.

Valieron la pena esos tres meses de búsqueda.

—¡Me encanta! —Chillo dando vueltas en mi lugar provocando una sonrisa en Ashton.

—Que bueno belleza porque es nuestro. —Informa y un pequeño grito sale de mi boca.

—¿Cuando nos mudamos? —Pregunto ansiosa asomándome por el gran ventanal de la sala.

—Cuando quieras. —Responde.

Las personas de mudanza van y vienen con nuestras cosas, el departamento está en el último piso lo cual me encanta y solo tenemos al vecino de enfrente, el ascensor nos aseguraron sirve perfectamente lo cual me alegra, ahora si no pretendo usar las escaleras, son muchos pisos.

—No puedo creerlo. —Musito tirándome en el sofá.

Ashton se acerca y sube mis piernas en las suyas para sentarse.

—¿Qué cosa?

—No sé en realidad que no puedo creer. —Respondo y ambos reímos. —Quizás no puedo creer estar viviendo como pareja con un chico o que me esté yendo bien en mi trabajo o el cambio que yo he tenido, no sé pero así está todo perfecto.

—A mi me gusta como está todo y como estás tú, creo que ahora todo es perfecto y espero siga así.

—Mientras ambos queramos, todo seguirá estando bien.