El chico del ascensor

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—No me agradas.

—No es mi culpa.

—Tu mala suerte nos siguió.

—Es culpa del ascensor.

Como una mala broma nos vemos de nuevo encerrados en un ascensor, ya antes de mudarnos como si fuera una despedida nos quedamos encerrados y ahora en el nuevo como una especie de bienvenida por parte del universo ha sucedido de nuevo.

¡Mala suerte vete de mi vida!

—Perderemos la reservación en el restaurante. —Susurra en tono apagado Ashton.

Hoy es mi cumpleaños y ya que él tuvo que dar clases hoy decidimos celebrarlo con una cena, no sé donde ya que eso lo planeó él y se veía muy entusiasmado. Ahora no tanto.

—Mira el lado bueno.

—¿Cuál? —Pregunta mirándome con un puchero cual niño pequeño.

—Estamos juntos. —Respondo recordando lo que un día él me dijo.

Ashton sonríe y se acerca para darme un beso el cual gustosa correspondo.

—¿Te dije que te ves hermosa así vestida? —Pregunto separándose solo unos centímetros.

Mi atuendo consiste en un short tiro alto negro, un top crop blanco y una chaqueta encima, todo el atuendo es elegante. También llevo unos tacones negros.

Ashton va con un jean negro, camisa de botones blanca con los dos primeros desabrochados y unos zapatos negros.

Mucha elegancia para estar en un ascensor.

—¿Te dije que te ves guapo así vestido? —Pregunto también en un susurro y mi respuesta es otro beso.

Ashton pasa su lengua por mis labios, succiona mi labio inferior y lo muerde levemente provocando que un leve jadeo salda de mi, esto le provoca una sonrisa.

—¿Recuerdas lo de tener sexo en un ascensor? —Pregunto mirándolo fijamente a sus hermosos ojos cafés.

—Linda, no lo haremos en un ascensor. —Informa rodando divertido sus ojos. —Aunque... —Empieza pero se ve interrumpido por el ruido del ascensor que por fin se dignó a funcionar. —Creo que el ascensor no quería.

—Yo quiero comida.

—La tendrás, glotona. —Susurra esto ultimo provocando que lo miro mal. Él solo me sonríe antes de darme un casto beso y ayudarme a levantar.

La cena resultó de maravilla, fue en un bello restaurante con música relajante y charlas sobre todo, literalmente sobre todo.

Comimos demasiado, en especial yo y como esperaba Ashton no me dejó pagar nada tal y como yo hice en su cumpleaños.

De vuelta en el departamento ambos vamos a nuestra habitación, amo que sea nuestra habitación, y mientras yo me cambio él busca algo en los cajones de la mesa de noche. Lo miro sin comprender mientras quito mi maquillaje.

—Amor, ¿qué tanto buscas? —Pregunto pero él parece encontrar lo que busca.

Ashton se voltea y me tiende una caja blanca decorada con papel de estrellas. La cojo y empiezo a quitar el papel sin importarme si se daña, estaba bonito pero quiero saber que hay dentro.

—Adiós bello papel. —Escucho que susurra divertido.

Miro lo que hay dentro sonriendo, es una Torre Eiffel transparente, en el centro tiene un bombillito y dos figuras, una de un hombre y otra de una mujer.

—Espera, antes de encenderla mira lo demás. —Pide al ver que quiero prenderla.

Asiento y la dejo a un lado, cojo una pequeña caja que hay dentro y saco de ella un bello anillo con una Luna en la parte superior. 

—Es hermoso. —Musito y me lo pongo, por suerte me queda. 

Ashton sonríe y me enseña otro anillo el cual ahora se pone él, este tiene un sol.

—Un día dijiste que yo era tu sol y yo te dije que tu eres mi luna. —Explica y antes de que pueda responderle él se levanta y apaga la luz. —Enciendela. —Pide nervioso.

Confundida hago lo que me pide y enciendo la Torre, esta empieza a alumbrar en color rojo y en el techo se puede leer un Te amo.  Me quedo mirando maravillada el techo y después a la pareja en el centro las cuales igual están alumbradas pero ahora el color es morado.

—Te amo Amaranta, te amo demasiado y estoy muy enamorado de ti. —Habla captando mi atención.

Mi corazón late tan rápido en mi pecho, siento una gran alegría recorrerme y como sus palabras se repiten en mi mente. No puedo evitar la estúpida sonrisa que aparece en mi rostro.

—Te amo Ashton.

Lo hago, por supuesto que lo hago, lo amo demasiado.