El chico del ascensor

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—¡Amor! —Escucho gritar a Ashton.

En este momento me encuentro tomando una cómoda ducha en esta linda bañera.

En realidad me estoy bañando en mi propia mugre, podría decirse.

—¡Dime!

La puerta se abre y Ashton asoma su cabeza, él rechazó mi bella invitación a bañarse conmigo.

—Iré a comprar algunas cosas, ¿necesitas algo?

—Toallas, tampones y creo que ya no hay condones. —Respondo pensativa.

Podría comprar las dos primeras cosas en un tiempo ya que salí de mi periodo hace una semana pero después se me olvida.

—¿Toallas ultra invisibles, de noche y tampones de los verdes? —Pregunta y yo asiento feliz de que ya se los sepa.

—No olvides los condones, son importantes.

—No los olvidaré linda.

Sonríe divertido.

—Aún estoy molesta porque no te quisiste bañar conmigo.

Hago un puchero mirándolo a lo que él coje el labio que sobresale y lo jala para luego darme un beso.

—No quiero sentarme a estar rodeado de mi propia mugre.

—Nos íbamos a bañar primero y después si el agua relajante.

—Hay que ahorrar agua linda.

—Tienes razón. —Concuerdo con él. —Volveré a hacer esto hasta el próximo año.

—Entonces el próximo año lo haré contigo.

—¿Pero si te bañaras conmigo para ahorrar agua otro día? —Pregunto sonriendo y levantando mis cejas.

Ashton ríe y me da un beso para luego ir a la puerta.

—Tal vez. —Responde y sale.

Como de mi yogurt con frutas y cereales mientras veo mi tan amada serie Friends.

Ashton entra con las bolsas y las deja en la cocina.

—La señora que me atendió me miró raro.

—¿Por qué?

—No sé, creo que no ha visto a muchos chicos comprar toallas y tampones. —Responde divertido.

—¿Cómo sabes que fue por eso? Pudo ser por los condones.

Me levanto y voy a la cocina para ayudarle a guardar todo lo comprado.

—Porque me miró raro cuando pasó ambas cosas.

—Que raro, por cosas así a algunos chicos les da pena hacerle el favor a sus novias o a alguien de su familia.

Él asiente dándome la razón y empieza a guardar todo en su lugar.

Me gusta vivir con Ashton, creo que ya lo he dicho pero es que todo es tan cómodo, todo funciona muy bien.

—¡Helado! —Exclamo cual niña pequeña lo que provoca que él ría. —Por esto te amo.

—¿Solo por el helado? —Pregunta entre divertido y un falso dolido.

—Y por muchas otras cosas.