Cruce de destinos ["remodelando"]

CRUCE DE DESTINOS 28

"NARRA ALVARO"

Tras dar unas cuatrocientas vueltas en la cama decidi ir a disculparme con Blas.

Habiamos tenido una fuerte discusion antes de que llegara Magi y estropeara todo aun mas.

Malditos periodistas.

Camine por el pasillo a oscuras y con cuidado para no despertar a los demas y llame a su puerta.

Habia estado encerrado alli practicamente todo el dia y nadie se atrevio a molestarle.

Anulamos la cena con las chicas,para alivio de David,y nos dedicamos a descansar.

-Blas-susurre.

Como no respondia decidi entrar y le vi tirado en el suelo con un hilillo de sangre saliendole de la cabeza.

No recuerdo haber gritado pero me vi rodeado por Carlos y Dani con identicas caras de preocupacion

Entre en un estado de furia repentino.

Era mi culpa, era mi culpa.

Le acaricie la cara con cuidado y le levante ligeramente mientras gruesas lagrimas me caian por las mejillas.

Solloce.

No se cuanto tiempo pase alli llorando, solo que los enfermeros de la ambulancia que alguien habia llamado me apartaban de Blas.

Al final Dani consiguio apartarme del todo y me abrazo.Segui llorando en su hombro mientras me susurraba que se pondria bien.

Pero no me fie de el, tambien lloraba.

Los dos nos subimos a la ambulancia.

Blas estaba en una aseptica camilla blanca, con un respirador y una aguja en el brazo que le conectaba a un dispensador de suero.

Al llegar al hospital lo metieron en una sala de puertas negras y nos dejaron en la sala de espera.

No podia estar mas nervioso.

Poco a poco empezaron a llegar el resto de los chicos y Noelia, Lorena e Irene, que acababa de llegar a Barcelona.

Todos me abrazaron y me dirigieron mensajes de animo pero yo solo estaba centrado en las puertas negras.

"NARRA IRENE"

Cuando llegue al hospital ya estaban todos alli.

Blas me conto su discusion con Alvaro y lo del paparazzi y la segunda discusion,esta vez con Magi.

Y se desconecto.

Crei que era porque ya se habia desaogado o porque se le habia acabado la bateria, pero nunca que se hubiera desmayado.

La tristeza me inundo al ver a Alvaro aun lloroso, sentado en una probablemente incomoda banqueta azul, con los ojos fijos en las puertas negras por donde habian llevado a Blas unas horas antes.

El seguia asi por mucho que los demas le intentaran animar, como imnotizado por las puertas.