mejores amigos (Namjin)

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La alumna de Nam asintió con la cabeza. Su mano, por debajo de la mesa, se posó sobre su rodilla, y fue recibida con un manotazo.

–Te he dicho mil veces que no hagas eso, Sunhee – dijo Namjoon seriamente. La chica suspiró.

–Solo estaba tocándote la rodilla...

–Ya lo hemos hablado, Sunhee. Me incomoda que hagas eso, lo primero porque tengo pareja.

–Cuéntame algo más sobre tu novia –Nam suspiró.

–Ya te he dicho que no.

–¿Es guapa? ¿Como se llama?

–Sunhee, a lo que estás –Ahora fue Sunhee quien suspiró, mirando de nuevo a sus funciones. Entonces, el timbre de la casa sonó.

–Me vienen a buscar. Hasta otro día, Sunhee –Namjoon se levantó –. Recuerda hacer los ejercicios que te he mandado

–¿Quién te viene a buscar? ¿Tu novia?

–Si,algo así –Nam sonrió, oyendo levemente la voz de Jin desde el vestíbulo, preguntando por él. Caminó rápidamente hasta ahí y le abrazo con cariño. Sunhee, que le había seguido, se quedó con la boca abierta.

–¿Es...es...? –Jin sonrió incómodo ante su reacción, pero Nam respondió sin vergüenza alguna.

–Sunhee, te presento a Seokjin, mi novio.

–¿E...eres gay? –Preguntó Sunhee, confundida.

–Mhhh...Soy Jinsexual. Me gusta Jin –. Jin le cogió de la mano tímidamente, y él sonrió. Se despidió de nuevo y salió a la calle, jugueteando con Jin. Entre risas, le puso contra la pared y le besó.

–Te he echado de menos, guapo – dijo Jin, mirándole a los ojos.

–Solo he estado tres horas fuera de casa.

–¿Y? Me han parecido milenios –. Le dio otro beso y se escabulló de sus brazos, riendo –. Recuerda que hemos quedado con Yoongi y Hoseok –.Nam le siguió. Jin le conocía tan bien... Se había puesto esos pantalones pitillo que tanto le gustaban, y aquella mañana casi le hacía llegar tarde por una sesión de sexo improvisada.

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Namjoon se acabó su café y se levantó, viendo como un Jin somnoliento y sin pantalones entraba en la cocina. Esta a punto de coger su abrigo y salir por la puerta, pero Jin llamó su atención.

–Cariño...– dijo, en tono meloso. Estaba sentado sobre la mesa de la cocina, con las piernas abiertas, las rodillas dobladas y los talones apoyados en la superficie de la mesa. Nam miró su reloj. Iba un poco justo de tiempo, pero se acercó.

–¿Y esto? – preguntó, acariciándole las piernas. Jin rió y le rodeó la espalda con ellas, pegándole a él –. Sabes que voy a llegar tarde –. Jin le ignoró, y sus labios se juntaron en un suave beso, lleno de cariño. Nam miró su reloj de nuevo y se separó, cogiendo su abrigo y metiéndose las llaves en el bolsillo apresuradamente. Jin hizo un puchero.

–¿Te vas sin darme un beso de despedida? –Namjoon puso los ojos en blanco y le dio un rápido beso en la frente.

–Eres un malcriado –Jin sonrió.

–Yo también te quiero, Joonie –. Nam sonrió sarcásticamente mientras cerraba la puerta y bajaba los escalones de la escalera corriendo.

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Pero a lo que estamos, que llegaron a la cafetería, donde Yoongi y un chico con el pelo negro y una sonrisa gigantesca les esperaban. El chico de la sonrisa tal vez fuese el mismo de las fotos de instituto de Jin. En ese momento, parecía intentando adivinar como preguntar quién era el activo de la relación.

–¿Quién...?Ya sabéis – intentó preguntar. Jin y Nam tenían la costumbre de hacerse los tontos cuando la pregunta no era explicita, y era muy divertido ver a la gente intentando usar eufemismos. Con Yoongi, eso no funcionó, porque su pregunta fue "a ti te dan por culo, ¿no,Jin?".

–No, no sabemos – dijo Namjoon. Hoseok se sonrojó.

–Me refiero a... ¿Quién va arriba?

–No tenemos una litera, si no una cama de matrimonio –contestó esta vez Jin, que estaba sentado sobre Nam. Hobi estaba desesperándose.

–No,eso no. ¿Quién es la mujer de la relación?

–Nadie, somos dos hombres.

–¡No,joder, no! ¿Quien es el pasivo y el activo?¡Seme y uke!¡Alfa y omega!¡Sangwoo y Bum! –Jin rió.

–Me declaro culpable de ser un muerde-almohadas –. Namjoon le dio un beso en el cuello.

–¿Cómo podéis hablar de eso con tanta naturalidad? – preguntó Hobi, colorado hasta las orejas.

–Porqueno es algo de lo que hay que avergonzarse. Hay parejas gay que pareceque son los dos sopla-nucas, y ninguno quiere reconocerlo. A mi no meimporta –. Le acarició la pierna a Nam, que le dio otro beso en el cuello.

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–Joonie, tengo algo que te gusta... – Jin sacó sus piececitos de debajo dela manta. Namjoon levantó la vista de su libro y encarnó una ceja mientras veía como Jin se acariciaba un pie con el otro.

–Dios mio, si sigues así me voy a correr – dijo, sarcásticamente. Le empujó con suavidad para quitar sus pies de su regazo. Jin rió y volvió a poner sus pies donde estaban. Nam los volvió a quitar, y se puso sobre Jin.

–Malcriado, ¿acaso no te enseñaron tus padres algo de educación? ¿Mh?–Preguntó, besándole el cuello. Jin rió de nuevo.

–Si, soy un niño mimado. ¿No será que me consientes demasiado?

–¿Debería dejar de consentirte? – Metió la mano por debajo de su camiseta, acariciándole la tripa. Antes de darse cuanta, ya estaban desnudos, cubiertos solo por la manta. Desde el momento en el que empezó una relación formal con Jin, no habían tenido sexo ni habían follado, solo habían hecho el amor. "Pero eso son sinónimos", diréis. No, no lo son. Hay matices. Y, cuando ellos hacían el amor, parecía que todo se llenaba de vapor. Y no lo hacían duro, si no despacio y dulce. Cariñoso era la palabra que mejor lo describía. Sus gemidos eran leves, más bien jadeos. Era la primera vez que Jin sentía que verdaderamente eso estaba completando su relación, y que no era la razón principal por la que estaban juntos. Se agarró con fuerza de la manta mientras Namjoon le penetraba. Dejó salir de su boca uno o dos gemidos, que fueron acompañados por otros tantos de Nam. Jin no pudo evitar sonreír. Por fin, tras casi cuatro años de cortejo, había conseguido ganarse por completo a Namjoon, ¿o era Namjoon quién le había ganado a él? Ya no importaba.

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