The Midnight Chronicles Trilogy

CLAN ALDER: Capítulo IV

**CANCIÓN SUGERIDA: "A Drop In the Ocean- Ron Pope"

Rosa Mía:

Amante de mis días y belleza de mis noches.

Tú con tu hermosa sonrisa, iluminas mi vida y mi corazón abrazas.

Mi alma te anhela, oh hermosa mía.

Mi hermosa rosa que me da alegría.

No tengo alma, sin tu hermosura.

No tengo vida, sin tu sonrisa.

No tengo amor, sin tu belleza.

Oh, Rosa mía.

Inspiración de mis días. No te marchites.

No me dejes en esta tristeza. Álzate orgullosa de tu belleza

De tu talento, de tu armonía.

No dejes de ser mía.

Oh, rosa mía.

Escrito por Michelle Dawson en una carta jamás enviada para Isabella Strafford.

Enero 1714

~*~

BOSQUE DE ALDERHOOD

RESERVA "YEEYI"

—¡¿Qué demonios pasa?! —preguntó Lauren llegando a la reserva en su forma humana. Sus ojos furiosos fueron a su hermano que estaba en medio de un grupo de sicarios listos para ejecutar a su hermana—. ¿Qué crees que haces, Alex?

—Sabes lo que hago, Lauren—Alex la vio con furia—. Hago lo que deberías hacer tú para proteger nuestra manada.

—¿Proteger a nuestra manada? —señaló la cueva dónde se encontraba Clarisse y luego se acercó furiosa a su hermano—. ¿Me hablas de proteger? —volvió a repetir indignada—. ¿Matando a nuestra hermana?, ¿Esa es tu idea brillante de salvar a nuestra manada?

—Esa no es nuestra hermana, Lauren—dijo Alex mientras algunos de la manada asentían dándole la razón. Los ojos de Lauren pasaron por cada uno sintiendo la furia crecer con cada mirada de recelo que daban hacia ella—. Casi te vence, y está llena de magia negra que si llega a su punto más alto no podremos controlar. Allagi está de acuerdo conmigo—Lauren gruñó—. Si no hubiera sido por la chupa sangre de Strafford estarías...—Alex se interrumpió cuando Lauren lo tomó del cuello tirándolo al suelo para quedar sobre él.

Sus colmillos de lobo salieron y sus ojos se volvieron dorados haciendo que Alex se encogiera de miedo ante su alpha.

—Ten mucho cuidado con lo que hablas, Alex—dijo gruñendo—. Soy la alpha de esta manada y yo sé lo que se debe hacer. Nadie tocará a Clarisse. Yo soy la que decide cuando nuestro padre está ausente, y si quiero consejo para eso tengo a mis betas. No eres nadie para tomar decisiones aunque seas el único varón de nuestra familia. No permitiré que me quites mi lugar jamás, y es momento de que lo aceptes. Ante el pueblo eres el sheriff, aquí solo eres alguien que debe regirse por mis reglas—le soltó el cuello haciendo que su cabeza golpeara contra el césped que rodeaba la reserva.

—No piensas con claridad, Lauren—Alex se puso de pie con dificultad tocando su cuello—. Los clanes están hablando—Lauren volvió a dirigirse a él, pero sintió a Ian detenerla. Sus ojos fueron hacia él, pero recordó que después de ella Ian y Normani eran los segundos al mando. Eran su parte racional cuando todo parecía confuso.

—Lo que quieran decirme pueden hacerlo—vio a su alrededor—. Independientemente que ustedes dirijan sus clanes. En esta reserva—señaló a su alrededor—. En este lugar la alpha suprema soy yo.