Protect Me ➳ Lee Taeyong [RESUBIDO]

36.

Hendery se había ido hecho una furia, Sunhee no pudo hacer más que suspirar, estaba aliviada por eso, no aguantaba la idea de estar cerca de él, no le gustaba él.

Tomó una de las pulseras y logró que Iseul le respondiera.

– ¿Dónde estás? – se escuchaba lo agotada que estaba, no pudo la menor dejar de preocuparse por ella, aunque también se preocupaba por los demás, sabía que todo estaba mal, lo percibía.

– No lo sé... – pasó saliva por sus labios, mientras miraba la puerta, no debía escucharla Hendery, sería una fatalidad. – Sólo sé que estoy en una habitación encerrada y debo aguantar a Hendery. – hablaba entre susurros, solo esperaba que la persona que estaba al otro lado la entendiera   bien. – ¿Dónde estás tú?

– Yo tampoco lo sé... – su voz estaba más suave de lo normal. – Sólo sé que es Song quien nos tiene y que Chittapon está en todo esto. – Sunhee se había quedado totalmente sorprendida, pero no podía decir nada al respecto. – Creo que estamos en el mismo lugar.

– Debemos buscar una solución.

– Claro que sí, pero antes de hacer cualquier cosa, debemos estar seguros de que no hay moros en la costa. – Sunhee miraba atenta la puerta, y en unos segundos se le prendió el foco.

–Debemos pedir repuestos, podemos comunicarnos con la agencia y que rastreen a los chicos con los GPS que les pusimos a los tres, creo que no tardaran mucho. – habló rápido. – Otra cosa, trataré de conseguir un aparato electrónico y desde ahí revisar las cámaras de seguridad y avisarles cuando pueden salir del lugar. – la señal empezaba a fallar entre ambas.

–Ya debo irme, están abriendo la puerta. – y perdió la comunicación con Iseul, ella de inmediato se fijó en la ventana que había, el lugar de afuera era muy lindo al contrario de la fea habitación en la que estaba, el rechinido de la puerta hizo que girara la cabeza.

Otra vez Hendery, con una bandeja de comida, se sentó al lado de ella y puso la bandeja entre las piernas de ella, que de inmediato quitó la bandeja de sus piernas y la puso en las de él, ella no quería nada proveniente de él.

–No quiero. – habló con dureza, prefería no comer, y no comería ni un poco de su comida aunque tuviera semanas sin comer, no lo haría.

–Vamos, come. – habló tranquilo. – Lo necesitas. – lo que ella necesitaba era ver a Doyoung, estar en paz. – ¿Por qué eres así conmigo? No te das cuenta de que te quiero. – ella giró su rostro, encontrándose con él, debería utilizarlo si quería conseguir lo que buscaba.

– Es que... tú has sido demasiado malo, me recuerdo de lo que le hiciste a Yangyang, él era bueno, no debiste de hacerle eso, no puedo sacarme eso de la cabeza.  – habló mientras mordía su labio, Hendery casi mataba a YangYang su hermano menor, quien nunca quiso estar involucrado en eso, el menor solo huyó.

–Se lo merecía, por idiota – habló con tosquedad. – Pero eso no tiene nada que ver, yo te quiero. – tomó la mejilla de la chica y la acarició con la yema de los dedos, ella contuvo su respiración para no vomitar del asco, el empezó a acercársele lentamente y plantó sus labios sobre los de ella, cerró sus ojos, mientras que ella permanecía con sus ojos abiertos, esperó unos minutos y dejó que él moviera sus labios y sacó rápidamente el celular del saco de Hendery, mientras que él parecía disfrutar aquel beso, que solo le provocaba náuseas a la chica, en unos segundos más ella se alejó de él.  – Debo irme, solo te traía algo de comer. – él se fue, de inmediato ella comenzó a estrujar sus labios, estaba repugnada.  Tomó el celular y a los tres intentos logró desbloquearlo, media hora logró descifrar el  método de seguridad y empezó a examinar todas las grabaciones, de los distintos lugares que tenía.