0019

2.7K 179 4
                                    

JUANA

Si me podía pasar algo más para calificar esta semana como la peor era, que me echaran del trabajo. Y eso era exactamente lo que me estaba pasando. En el hotel en el que trabajaba hicieron recorte de personal y yo junto a un par de compañeros más fuimos los perjudicados. Ahora debía pasearme por toda la ciudad con mi currículum para aplicar a algún trabajo y lo cierto era que lo que menos había hoy en día era trabajo, por lo que veía complicado lograr mi cometido.

Llegué a mi departamento llorando, preocupando al portero que me preguntó al toque que me pasaba. Le conté mi situación y el me dijo que cualquier cosa que supiera acerca de un trabajo me diría, cosa que agradecí. Subí en el ascensor hasta mi piso y apenas entre en el departamento, tiré todo lo que tenía y me fui a acostar. No tenía ganas de nada.

Una hora más tarde estaba llamando a mi papá para contarle todo lo que me había pasado. Obviamente la primer solución  que me dio fue irme con el a Francia donde tenía trabajo asegurado, pero yo me negué. No me quería ir de Argentina ahora.

Cuando planeaba dormir un rato, para olvidarme un poco de todo, recibí una llamada de mi amiga Luli. Suspiré. La verdad que no tenía muchas ganas de salir y estaba casi segura que su llamada era para eso: invitarme a salir a algún boliche.

—Gorda, ¿todo bien? —saludó—. Tengo un planazo para hoy. Voy a tu casa y organizamos bien, ¿qué decís?

—Me echaron del trabajo —respondí.

—¿Qué? ¡Ay Jua! ¿Estás en tu casa? —"Si" respondí en un tono muy bajo—. Ya voy para allá. Llevo helado, ¿querés?

Corté, después de decirle que si, y decidí cambiarme de ropa por una más cómoda. Una remera de Enzo, la cual obviamente le había robado y shorts.

Me tiré en la cama otra vez y le grité a la almohada. Estaba re frustrada últimamente, parecía que todo me salía mal o todo estaba en mi contra. DIOS.

Quince minutos tardó en venir Lucía y cuando me avisó que estaba, la deje pasar. Me dio un abrazo porque sabía lo sensible que estaba y admito que lagrimié un poco.

—No te vas a ir a Francia, supongo, ¿no? —me preguntó mi amiga, después de que yo le contará mi charla con mi papá.

—No, tonta. O sea, es buena idea, pero no quiero —respondí.

—¿Le contaste a Enzo? —cuestionó.

—No, está concentrando, no lo quiero molestar con mis problemas.

—¿Mañana vas a verlo? —mañana era la ida contra Gremio en el Monumental.

—Si, obvio.

Luli se quedó casi toda la tarde y cuando ella se fue yo lo hice con ella, aunque obviamente cada una por su lado. Iría a caminar un rato por la plaza. Quizás tomar un poco de aire también me haría bien.

Caminé a paso lento hasta allá y me senté en uno de los bancos mientras observaba a todos los que pasaban en frente mío.

Saqué mi celular después de escuchar como me llegaba un mensaje. Era Enzo, el cual me preguntaba como había sido mi día. "Todo bien" respondi. Sin más, ni menos. No iba a contarle todo lo que me había pasado, hoy priorizaba que el estuviera concentrado solamente en el partido de mañana, no en lo que me estaba pasando

—¡Juani! —escuché gritar mi nombre y me giré para encontrarme con los dos hijos de Pérez, corriendo hacia donde yo estaba. Sonreí solamente por ellos y los abracé cuando estuvieron lo suficientemente cerca.

—Hola, lindos —saludé—. ¿Cómo están?

—Bien, estamos con...

—¡Chicos, vengan para acá! —una voz desconocida para mi, se acercó y a los pocos segundos en frente mío estaba una chica muy parecida a Florencia. Su hermana, supuse.

—Mirá, tía, ella es Juani, la novia de papá —habló Santi.

—Ah...vos —me miró.

—Si, hola —sonreí. Seguramente le caía mal. Muy mal.

—Soy Romina, la hermana de Florencia —se presentó. Asentí y la saludé dejándole un beso en su cachete—. Sé que mi hermana no te quiere, pero tranquila que yo no soy ella, así que no me caes mal, si es lo que pensas.

Suspiré y sonreí.

—Gracias.

—No creo que te sirva pero, te pido perdón por Florencia. Esta un poco...loca —dijo sentándose al lado mío—. Le cuesta pasar por la separación y en vez de agarrarsela con Enzo, se la agarra con vos que es lo más fácil. Pero ya se le va a pasar y lo va a entender. Después de todo, los chicos te quieren un montón —sonrió—. Lo que demuestra que tan mala, no sos.

Por accidente | Enzo PerezWhere stories live. Discover now