Killer Queen

20

—Está vez, tendré el control yo.

Harry se preguntó, ¿Cuando no lo había tenido?

Pero antes de que pudiera pensar en algo más mientras estaba sentado en la cama, el pie de Draco tocó su pecho y lo empujó para que se recostase.

Este se puso entre sus piernas, quitándole los pantalones, disfrutando de la hermosa vista que le brindaba, tenía el pene tan duro que parecía querer salirse de los bóxers.

Se relamió los labios sonriendo.

—¿Tan bueno fui en el escenario?

—Fuiste más que bueno...

Río suavemente para luego besarlo, este sumiso correspondió al instante, sintiéndose en las Estrellas cuando el rubio tocó con suavidad su ereccion.

Draco bajó los bóxers negros que portaba el Rey para agarrar el miembro y agitarlo, lo quería más duro, Harry, no tardo en correrse con el simple tacto que le propiciaba Malfoy.

—Te corriste muy rápido.

Un poco avergonzado Potter asintió y desvió la mirada.—Tenía muchas ganas de tocarte que no me pude resistir... pero yo... aún así yo... puedo darte placer.

—Tu amiguito va a tardar un poco en recuperarse, ¿No crees?

—Pero el tuyo está más que despierto...—Enarco intercambiando posiciones.—Déjame ser yo quien domine esta vez.

—Bien, inténtalo.

Los pezones rosados que tenía Draco siempre le habían llamado la atención pero nunca le había puesto tanta hasta ese momento, chupo con ferocidad y este dio un pequeño brinco por la sorpresa.

—¡Hey! ¿Qué haces?

—Shhh...

Draco iba a decir algo más pero entonces no solo sintió que le chupaban el pezon izquierdo, sino que le presionaba el otro.

—¡A-Ah! Oye esto...es... ra-¡Gh!

Si, admitía que ya le habían hecho eso pero realmente nunca percibió algo de placer, siempre había sido raro y desagradable pero esta vez, Harry era distinto, no lo hacía con morbo, al contrario, era bastante cuidadoso, parecía querer hacerlo sentir bien, lo que volvía el ambiente cómodo e íntimo.

Esa era la diferencia.

—¿Te molesta?

Verlo así fue un shock, es decir, estaba lamiendo su pecho mientras sus ojos se dirigían a los suyos, parecía preocupado.

Tuvo un mal presentimiento que se fue directo a su corazón, pues sentía que se lo quitaban.

Harry lo notó así que se levantó y lo sostuvo entre sus brazos.—¿Estás bien?

¿Estar bien? Solo cuando estaba con él podía sentirse querido, y eso no estaba bien pero le gustaba, el trato era tan diferente que lo hizo derretirse.

Nadie, ni siquiera su familia lo había tratado con tanta paciencia y afecto.

Toda su vida se vio acostumbrado al dolor, que cuando esté lo atrapaba entre su cuerpo, no podía evitar sentirse en las nubes.

—Se me fueron las ganas...

—Oh... tranquilo, estaremos bien, lamento no haber hecho un buen trabajo.

—No hiciste algo malo solo... el problema soy yo, venía muy acelerado pero... recordé cosas.

—Lamento hacerte recordar malos momentos.

—¡Diablos! ¡Deja de actuar así!

Las orbes del Rey se abrieron más y sus cejas se elevaron.

—¿Así?

—Si... como... Agh... ¿Por que eres tan...dulce?

—¿Dulce?

—Si... tú... eres... muy dulce.

El pelinegro no pudo evitar reírse.

—¿Te parezco dulce?

—Si... no me tratas como un prostituto sino como un amante.

—Para mi no eres un prostituto.

—¿Y qué soy?

—Mi amante.

—Debes estar bromeando.

—No lo hago.

—Esto no puede estar—Pero antes de que terminará Potter le tomo la mano.

—No quiero discutir por eso, ya que no te sientes al 100% y yo tampoco, tengo una idea que quería hacer pero al parecer se adelantó.

—¿Idea?

—Pero tendremos que salir de aquí.

—No voy a salir contigo de aquí.

El suspiro de Harry lo hizo querer arrepentirse pero no podía, era peligroso de todas las maneras, aún no podía dejarse llevar por completo.

— Bien, podemos hacer otra cosa, tengo muchas ideas.—Sonrío y eso fue suficiente para que Draco estuviera más seguro.

Harry se levantó de la cama y le tendió la mano a Malfoy para que hiciera lo mismo.

—Ya te dije que no vamos a salir.

—Y yo lo acepté, ahora solo sígueme.

Entonces rodeó al rubio, agarrando sus frágiles manos y colocándolas en su cuello, en forma de abrazo.

—¿Qué haces?

—Shhh....—Nuevamente lo callo para luego abrazar la cintura de Draco.—Cierra los ojos.

—Está posición es bastante...

—Cierra los ojos.—Está vez alzó un poco la voz para que el otro se dejara de quejar, y lo logró pues el rubio había cerrado los ojos a regañadientes.

Sus pies se movieron junto a los del ajeno, formando un compás maravilloso y la música comenzaba a sonar en sus mentes, era una melodía hermosa en la que se habían hundido, Malfoy no supo cuando su cabeza se había recargado en el pecho de Potter.

Y tampoco supo cuándo había caído ante sus encantos.