Capítulo 7

15.5K 1.4K 212
                                    

Hunter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hunter

Desde el momento en que Paul me describió a Chloe, un modelo de sus descripciones se dibujó en mi mente. Un modelo que no me deja de perseguir, que se aparece a cada momento, y no entiendo el motivo, la razón o circunstancia. Es algo mucho más fuerte que yo.

No sé qué está ocurriendo, pero desde que conocí a Chloe siento esta necesidad imperiosa de conocer todo sobre ella. Me gustaría saber sus gustos, que me cuente cuál es su lugar favorito en el mundo, qué música le gusta. En fin, todo aquello que la hace ser la persona que es.

Hay personas que tan solo con cinco minutos captan tu atención de manera inmediata, despiertan tu interés de una manera tan única como inexplicable. Y es lo que me pasó con Chloe, captó mi atención a tal punto.

Una parte de mí no quiere esto, justamente porque no sé qué es esto que estoy sintiendo. Es la primera vez que alguien logra esto conmigo. Pero otra parte de mi persona, otra gran parte, quiere conocer por completo a Chloe.

Y cerca de todo tipo de curiosidad que pueda llegar a sentir por ella, también siento miedo. Porque cuanto más te interesas por una persona, más caes en la red de su personalidad. Y muchas veces eso se complica, puede ser algo hermoso o algo triste.

Pero con lo que respecta a Chloe, creo que no estaría mal iniciar una amistad. Si camino por el lado de la amistad y continúo por ese sendero, no tengo por qué tener miedo.

En estos momentos, me encuentro en la puerta de la biblioteca, mi sentido de orientación sabe guiarme hasta aquí sin complicaciones.

Me detuve unos segundos antes de entrar, segundos en los cuales me puse a pensar en Chloe, en qué decirle, qué hacer, qué no. Es algo estúpido.

—¿Necesitas ayuda? —la voz de un hombre me quita de mis absurdos pensamientos.

—No, gracias. Estoy bien —sonrío—. Espere, estoy en la biblioteca, ¿verdad? No quiero pensar que mi sentido de orientación falló.

—No falló, muchacho. Estás aquí —me da un amistoso apretón en los hombros—. Pero será mejor que entres, el calor está insoportable.

—Tiene razón. Que tenga un buen día.

Me despido del amable hombre, y subo las escaleras con la ayuda de la barandilla. Al entrar, el frío del aire acondicionado choca contra mi piel caliente. Siento un alivio inmediato.

—¿Buscas a Chloe? —puedo reconocer la voz de Marie—. Hola, Hunter.

—¿Qué tal, Marie?

—Muy bien, ¿tú?

—Igual —sonrío—. ¿Cómo la has pasado en la fiesta de Paul?

—Genial. Paul es un gran chico, me hizo reír mucho. Me agrada.

A través de ti (En físico y en Ebook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora