Capítulo 17

13.8K 1.3K 356
                                    

Hunter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hunter

Nadie nunca pudo ir en contra de lo que dictan los latidos del corazón.

Porque cuando alguien te gusta, todo en tu mundo cambia. Quieras o no siempre pasa. Tus días no son los mismos, tampoco lo son tus comportamientos. Más aún cuando te nombran a esa persona, o tan solo estás cerca de ella. Tu humor no es el mismo. Tú no eres el mismo.

Estoy dividido por lo que dicta mi corazón, y por lo que grita la razón. Siempre es así, son los únicos caminos a seguir.

La razón dice que me vaya, que siga mi camino lejos de Chloe. Que le cierre la puerta en la cara y diga no. Que simplemente haga como si nunca me hubiese topado con ella en la biblioteca.

Pero mi corazón dice que me quede. Quiere explorar lo que siento, quiere adentrarse en mis sentimientos y llevarme a otro mundo, llevarme al amor. Quiere que desee plantar bandera en ese terreno, sin miedo, sin preocupaciones, sin nada que me invite a retroceder.

Mi corazón, al parecer, se olvidó que la persona que me pone en esta situación, tiene a alguien en su vida. Entonces, ¿cómo no sentir miedo?, ¿cómo no preocuparme?, ¿cómo hago para plantar bandera, así como así?

No puedo decirle a Chloe que me gusta, no como lo hice con Caroline en su momento. Porque claro, fueron situaciones totalmente diferentes. Caroline no tenía a nadie, y me dijo que sentía lo mismo.

Esa tarde de septiembre nos besamos en mi casa. Aquella tarde, por primera vez en mi vida, le había dicho a una chica lo que sentía.

Ahora no puedo decir nada, y todo por respeto a Chloe, a su relación. Debo callarme, y guardar lo que siento, disimular la sonrisa que se forma en mi rostro por ella.

«Cuando te gusta alguien te conviertes en un idiota», entonces tengo que disfrazarme de otra persona en su presencia.

Mi celular comienza a sonar con la canción que mi madre asignó, interrumpiendo la voz de una participante de The Voice. Paul sabe cuánto me gusta ese programa, así que antes de irse lo puso por mí.

—Mamá —digo una vez que el celular capta el sonido de mi voz para contestar.

—¡Hunter, hijo! ¿Cómo estás?

—Suenas como si hubiera desaparecido por meses, sin haber tenido noticias de mí —me río—. Estoy bien, tranquila. Hablé anoche con papá.

—Lo sé, pero solo estoy tranquila si lo escucho por cuenta propia —sonrío—. ¿Paul te está cuidando bien? ¿Te estás alimentando como corresponde? ¿Estás ejercitando tu orientación? ¿Tienes problemas con la adaptación?

—¡Cuántas preguntas! —me río y ella suspira—. Mamá, ya te he dicho que estoy bien. Paul es bueno conmigo. Sí, me estoy alimentando bien, sigo ejercitando. Y no, no tengo problemas con nada. Estoy bien, de verdad.

A través de ti (En físico y en Ebook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora