**MARCHETTI'S CLASSICS PLAYLIST: Can't Help Falling in Love- Elvis Presley
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Era una noche fría de Diciembre. El viento azotaba fuertemente provocando que la visibilidad en el camino fuera extremadamente difícil. Las luces navideñas bailaban como pequeñas estrellas intermitentes y difusas chocando contra los parabrisas de los coches. No se distinguía nada más que nieve, mucha nieve.
Caleb Evans hizo una lista mental de todas las cosas que tenía que comprar sin atreverse a sacar la lista tan exacta que su novia había hecho para él. Recordaba vagamente escucharla murmurar algo sobre leche condensada, leche normal, harina, huevos entre otras cosas. Caleb sonrió al recordar las medidas precisas de la lista que llevaba en su bolsillo.
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—Salir en esta ventisca son las cosas que un hombre hace por amor—se dijo mientras se detenía bruscamente ante las luces parpadeantes de un coche esperando en una luz roja. Tuvo que frenar recordando que Lauren le había pedido que manejara con cuidado.
Mientras esperaba que la luz cambiara a verde sus pensamientos fueron de nuevo a la lista en su bolsillo y no pudo evitar reír. Después de ayudar alrededor de tres horas a Lauren a limpiar todo el pequeño apartamento que compartían, la había visto deambular por la cocina casi una hora mientras le dictaba una enorme lista de comestibles necesarios para la fiesta; "La lista del terror" la llamaba él.
El coche vibró al ritmo de "I'll be Home for Christmas" del álbum navideño de Elvis Presley, un regalo de Lauren. Su novia era una mujer de clásicos, y no era para menos. No esperaba algo diferente de una maestra de música en la Universidad de New York. Ella adoraba la buena música, y no la comercial que se escuchaba hoy en día. Su mente evocó a su novia con sus ojos verdes llenos de furia contenida al decirle "la música ha perdido su contenido, querido. Ahora todo es comercial, la música se hace para vender y no para apreciar".
Caleb no la contradecía, y a pesar de que su música era el rock contemporáneo había aprendido a deleitarse con la música más clásica que le gustaba a Lauren. Después de todo, eran una pareja. Caleb la adoraba con toda su alma, y eso incluía conocer sus gustos y respetarlos.
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