-Capítulo 12-

735K 38.2K 10.4K
                                    

Since Your Love (ft. Brandon Hampton)

*Orgullo y dignidad*


Marco sabía que le mentían, Isabella jamás se hubiera ido de intercambio de última hora sin avisarles, además, no eran fechas. Por otro lado sus padres estaban muy extraños desde el día anterior. ¡Y una mierda, tenía un mal presentimiento!

Prendió su ordenador y al estar buscando un artículo que le encargaron de tarea vio las fotos de su hermana, de inmediato comenzó a leer todo sin poder detenerse. Cada renglón le provocaba un serio dolor de cabeza, la rabia se iba acumulando. ¡Imposible, todo era una mentira, ella no era capaz de algo así!

Él la vio sufrir por ellos, estar desesperada por darles algo de comer, pero jamás se prestó a cosas semejantes. Navegó más por el artículo y al ver a su madre con ella abrazándose supo que en definitiva todo era una gran calumnia. Una de enormes proporciones. Se sintió furioso, impotente. ¿Dónde estaba su hermana? ¿Qué diablos había pasado? Bajó corriendo las escaleras y buscó a Carmen, desesperado. Estaba leyendo en un sillón.

-Carmen -dijo. Su madre adoptiva lo miró tiernamente.

-¿Qué pasa, mi niño?

-¿Dónde este mi hermana? -La encaró sin rodeos.

-Arriba, con Raúl haciendo la tarea supongo... -contestó y volvió a su libro consumida por la pena. No había dormido nada debido al llanto y Raúl no hablaba en lo absoluto, era evidente el dolor que todo lo ocurrido le generaba.

-No, Dana no, Isabella. ¿Dónde está?

Lo observó rendida, cerró el libro y se quitó los lentes.

-Marco, ya te lo dijimos -le recordó fingiendo tranquilidad.

-De acuerdo, pero... me puedes explicar si todo esto tiene que ver con lo que se está diciendo sobre ella -la desafió enarcando la ceja con los brazos cruzados.

-No sé de qué hablas, mi cielo -musitó desolada.

-Sí lo sabes y ya no soy un niño, Carmen, quiero la verdad -exigió sin perder la calma.

-Marco, por favor, sé que no eres ningún niño.

-Te lo suplico, necesito saber si ella se fue a España por eso. -La mujer se levantó y lo tomó por los ambos brazos con la cabeza gacha, no tenía sentido mentir.

-Sí, hijo.

-Muy bien -asintió el adolescente pensando rápidamente en sus opciones. Estaba seguro de que algo no estaba bien, algo no embonaba pero debía saber bien lo que pasó-. Una cosa más -deseó saber-. Sebastián, ¿cómo lo tomó? -Su madre no pudo fingir más.

-Está muy mal, hijo, no habrá boda -volvió a asentir.

-Gracias -y salió rápidamente de ahí. Carmen lo siguió con los ojos, no comprendía su actitud, parecía... indiferente. O a lo mejor estaba herido por lo que acaba de descubrir, de cualquier forma trataría de estar al pendiente de sus estados de ánimo.

*

A medianoche, después de haber tenido cualquier cantidad de pesadillas, Isabella despertó famélica, enseguida se arrepintió de no haber ido más temprano por algo de comer. Intentó pensar en otra cosa, por ejemplo; ¿qué iba a hacer?

Después de cavilar unos minutos decidió que iría a algunas empresas a pedir trabajo, pero se acordó de lo que le dijo el director sobre lo publicado en los periódicos y redes sociales y comprendió que en ningún lugar, como en los que ella planeaba buscar empleo, le darían una oportunidad por lo menos en un tiempo.

Vidas Cruzadas © ¡ A LA VENTA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora