El experimento MY3 es considerada un arma letal y poderosa creada por científicos, sin embargo las cosas se salen de control cuando se hace un duplicado ilegal, mucho más poderoso y mucho las letal... el experimento JK3.
Sólo habrá una persona capaz...
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JungKook comenzó a quitarse la playera y luego se recostó sobre una camilla a lado de donde YoonGi yacía inconsciente.
Hoseok se acercó a él y lo amarró con unas cintas a la camilla, de las muñecas y los tobillos.
—Lo siento Kookie, no sabemos cómo vayas a reaccionar.— explicó apretando un poco los amarres.
—Está bien.— el menor tragó en seco, sabía que era fuerte pero para ser honesto tenía miedo de lo que pudiera pasar, aunque claro que no lo demostraba.— Si algo sale mal... No dudes en dispararme.
Hoseok lo miró por unos segundos en completa y seriedad y luego volvió la vista los amarres que terminaba de hacer.
—Todo saldrá bien.— aseguró
SeokJin se adentró en el laboratorio con la sustancia y una jeringa en manos.
—¿Estas listo Kookie?— preguntó el chico rubio obteniendo una respuesta positiva.— Bien, entonces vamos a iniciar.
Hoseok golpeó con dos dedos la flexura del codo de JungKook haciendo que la vena resaltará un poco. SeokJin extrajo la sustancia con la jeringa y después la clavó cuidadosamente en la vena de JungKook.
Pasaron unos segundos hasta que el peli negro comenzó a sentir un fuerte dolor en todo el cuerpo. Apretó la mandíbula con fuerza al igual que los puños, era un dolor horrible, como si se quemara por dentro.
Namjoon observaba junto con los demás a través de un cristal.
Los gritos que comenzaron a salir de la boca de JungKook parecían completamente desesperados, el jóven peli negro arqueó la espalda casi al grado de doblarse por la mitad, después estrelló su cabeza varias veces en la camilla, las venas en todo su cuerpo se marcaron sobre la piel, era un dolor agonizante.
—Hoseok... él está sufriendo— habló SeokJin preocupado al ver a su mejor amigo en esa situación— ¡Debemos detenerlo!
El rubio iba dispuesto a ayudarlo pero el peli naranja lo frenó.
—¡No podemos!... Si no dejamos que termine el proceso, él morirá.
—¡Pero ya está muriendo!— gritó SeokJin.
—Entonces da lo mismo esperar.
El rubio lo miró con los ojos cristalizados, le golpeó el brazo y salió del laboratorio, no quería presenciar el momento en que su amigo falleciera.
JungKook seguía gritando desgarradoramente, sus sentidos poco a poco se fueron apagando y los ojos del jóven se tornaron negros, su cabello pareció oscurecer más y sus músculos aumentaron considerablemente.
Un último grito salió de él y entonces la transformación fue completada, su organismo aceptó el virus.
JungKook se dejó caer sobre la camilla, su respiración estaba agitada pero poco a poco se normalizo.
Hoseok cautelosamente se acercó a él y notó que tenía los ojos cerrados.
—¿J-JungKook?— lo llamó y entonces el peli negro los abrió de golpe, sin dificultad alguna se zafó de la camilla y sujetó el cuello de Hoseok, se levantó y lo levantó como si fuera una pluma.
El peli naranja comenzó a apretar las muñecas del menor para liberarse pero era imposible.
—¡Rápido vayan!— Gritó Namjoon.
Taehyung y otros dos jóvenes entraron de inmediato apuntando con sus armas.
—Suéltalo JungKook— habló Kim con la voz temblorosa.
El menor lo miró y entonces dejó caer a Hoseok al piso. El peli naranja tosió con fuerza y se apretó el cuello pues sentía un ardor doloroso.
Taehyung vió peligro y sin dudarlo disparó justo a la cabeza del menor, pero a diferencia de YoonGi, la bala no lo atravesó, simplemente rebotó y cayó al piso.
JungKook paseó la vista por todo el lugar y una vez ubicó lo que quería, comenzó a correr a una velocidad impresionante, tanto que Taehyung no supo en que momento fue arrojado contra el cristal, atravesandolo y quedando con algunos cristales incrustados.
Los otros dos no corrieron con la misma suerte, pues esos fueron lanzados contra el techo con tal fuerza que cayeron al piso muertos.
JungKook siguió corriendo hasta salir de aquella construcción atravesando la pared, como si fuera de papel.
Namjoon frotó los dientes furioso y de inmediato mando mas de sus hombres a seguirlo.
...
En otra parte, Park JiMin un jóven de veinticuatro años que poseía cabello gris y bonitos labios rosados y carnosos, preparaba la cena.
Había sido un largo día en el trabajo y la universidad, estaba muy agotado pues el tráfico era horrible y los conductores del autobús se hacían tontos pues no avanzaban más de cinco centímetros. Detestaba tener que pasar por eso casi todos los días.
Tomó su plato de comida y lo llevó con él hasta el sofá. Cogió el control de la televisión y la encendió cambiando de canal hasta que encontró un programa de concursos.
Estaba algo entretenido pero no era la gran cosa, sin embargo no había nada más.
De pronto el programa cambió a un hombre en foro de noticiero.
—Lamentamos interrumpir está programación para darles este boletín informativo...
El joven Min YoonGi de dieciocho años, escapó de un hospital psiquiátrico hace casi dos meses, se le atribuyen sesenta asesinatos, si lo ve no trate de atraparlo es un sujeto peligroso, llame al número que aparece en pantalla.
JiMin quedó sorprendido al ver la fotografía del peli blanco, parecía un niño, no se podía creer que fuera un asesino, pero bueno, en la actualidad ya no se podía confiar en nadie.
La programación volvió y JiMin siguió cenando tranquilamente hasta que escuchó un ruido en el patio trasero.
